Cuánto cuesta y quién lo paga proteger la vida de los futbolistas de Tercera Federación

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El partido entre el Revilla y el Colindres, de Tercera Federación, no contaba con médico ni ambulancia en en las instalaciones
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En Tercera Federación no hay obligación de que haya médico y ambulancia en los estadios pero AFE, el sindicato de los futbolistas, lo pidió el pasado mes de mayo
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Sábado 27 de septiembre de 2025. Camargo, Cantabria. Partido de la Tercera Federación española entre el Revilla y el Colindres. Raúl Ramírez, portero del Colindres de 19 años, sufre un fortísimo golpe en la cabeza fruto de un lance del juego. Un golpe que acabará con su vida en apenas 48 horas. En el campo no había ni ambulancia ni médico, tal y como ha podido confirmar este medio. Dos medidas de protección que el sindicato de futbolistas, AFE, había pedido incluir como obligatorias para esta categoría el pasado 27 de mayo. Cinco meses después, las normas de competición de la RFEF para el último escalón del fútbol semi profesional de ámbito nacional siguen sin hacer obligatoria esa presencia de médico y ambulancia. El artículo 226.6 del Reglamento general de la REFEF es claro:
“En aquellos campos en los que se disputen partidos oficiales de Primera RFEF, Segunda División B (Segunda RFEF), Primera División Femenina, Segunda División Femenina y Primera División de Fútbol Sala será obligatoria la presencia de una ambulancia con Soporte Vital Avanzado mientras se disputen los partidos.”
Y si se acude a los reglamentos específicos de cada competición, viene detallado de la misma manera. Por ejemplo, el reglamento de Segunda RFEF, en su disposición QUINTA:
Los clubes, con carácter obligatorio, deberán tener adscrito a la plantilla, mediante la correspondiente licencia, a un médico colegiado que deberá estar presente en todos los partidos que dispute el club como local y deberá de asumir las responsabilidades concernientes al control antidopaje, entre otras. Además, con carácter obligatorio, en todos los partidos deberá estar presente una ambulancia medicalizada.
La pregunta entonces es por qué la Tercera Federación (ocurre, por cierto, lo mismo en el fútbol femenino), se queda fuera. Lo primero que hay que decir es que la Tercera Federación es una competición nacional delegada en las federaciones territoriales. Lo mismo, por cierto, sucede con la Tercera del fútbol femenino. Desde AFE, lamentan que no se haya aplicado la medida aún en insisten en su petición de mayo de este año de hacerla obligatoria en todos los campos de Tercera Federación.
En el caso de Raúl Ramírez, la ambulancia que lo trasladó a un hospital tardó entre 15 y 20 minutos en llegar al campo de fútbol de Camargo. Un tiempo que se habría reducido a segundos de haber dispuesto el partido de ambulancia. Durante la espera, el joven portero del Colindres fue atendido por el entrenador y dos enfermeras que había presentes.

Quién lo paga y cuánto cuesta tener médico y ambulancia en los campos de Tercera Federación
Como dice el reglamento y así han confirmado a este club varios clubes de Primera y Segunda RFEF, este servicio médico lo costea el club en las categorías en las que es obligatorio. Según las fuentes consultadas por ElDesmarque en varios puntos de España, el coste por partido de este tipo de servicios médicos con ambulancia ronda los 600 euros, con muy pequeñas variaciones según la distancia de la localidad a grandes ciudades. Según esto, un equipo de Tercera Federación tendría que presupuestar una cantidad de unos 10.200 euros por temporada. Fuentes federativas consultadas por este medio confirman que el que el coste es el principal motivo por el que no se hace obligatoria la medida.
Con 18 grupos en Tercera RFEF de 18 equipos cada uno, la competición pone cada jornada en juego 164 partidos. Por su parte, la categoría homóloga del fútbol femenino pone en juego 102 partidos cada semana. La cuenta es sencilla, con un coste de 600 euros por encuentro el montante final para una temporada entre las dos categorías, femenina y masculina, rondaría los 4,5 millones de euros al año. Esa es la cifra que hay detrás de proteger a los miles de futbolistas que cada jornada saltan al campo en la tercera categoría del fútbol federado.