Qué ejemplo, Kirian

El cáncer es una enfermedad terrible. Horrible. Espantosa. Cualquier calificativo se le queda pequeño. Una enfermedad que lleva el cuerpo al límite y que obliga al enfermo a superarse día tras día. Y eso es lo que ha hecho, por segunda vez, Kirian Rodríguez. El jugador de la UD Las Palmas ha vuelto ha dejar atrás el Linfoma de Hodgkin que le dio la cara y le obligó dejar el fútbol, de nuevo, hace unos meses.

Este jueves, Kirian se ha sentado delante de la prensa para anunciar su alta médica y competitiva y no he podido evitar emocionarme. Sí. No conozco a Kirian personalmente, pero ver cómo se expresaba, cómo sonreía, cómo contaba su proceso y las cosas que ha vivido me ha tocado el corazoncito. Qué ejemplo, Kirian.

Aunque aún le queda camino por recorrer, está cerca de volver a enfundarse la camiseta de Las Palmas y hacer lo que más le gusta. Lo va a lograr gracias a no rendirse nunca. Por tener claro que él quería recuperar su trabajo y también su cuerpo. Un cuerpo del que ha dicho que se quedó sin pelo y muy delgado y con el que se ha atrevido hasta bromear: "No sabes lo que es verte en una foto tieso, calvo... pero bueno estaba guapo, ¿eh?. Tenía mis cositas también. Osea, mi mujer me miraba y me decía 'vale, te sigo queriendo'".

Con ese querer recuperar lo que "yo soy" Kirian se puso un listón muy alto y lo ha superado con creces. Su reto ha ido mucho más allá del cáncer. Ha demostrado que su entereza, su ilusión y su caracter competitivo (seguro que heredado de su vida fútbolistica) le han ayudado a llegar a este punto en el que tiene que terminar de ponserse en forma, sí, pero que queda menos para volver a saltar a un terreno de juego. Que ya está ahí la luz al final del túnel.

En la anterior ocasión, tardó un año en volver a jugar y ahora no quiere forzar nada. Lo quiere hacer cuando realmente esté listo para ayudar a su equipo. No quiere estorbar, no quieren que le den minutos "por ser Kirian", se lo quiere ganar. Chapó, Kirian. Tu humildad y ese agradecimiento a los que te acompañan y ayudan en el proceso no deben esconder que el primer argumento que has tenido haya sido el estar mirando siempre hacia el futuro aunque el presente fuera muy duro... como cuando suplicaste que te mandaran a casa tras días y dias en el hospital.