El valor de mercado de Gayà se dispara

La prestigiosa empresa inglesa Soccerex ha creado un listado de los mejores 20 futbolistas Sub'21 y más influyentes del mundo y lo ha hecho siguiendo una serie de directrices de mercado que luego desarrollaremos. Lo relevante es que los dos únicos futbolista de la Liga española que están en la lista son el valencianista, José Luis Gayà, que con un valor de mercado por encima de los 25 millones de euros es el octavo futbolista más valioso del mundo, y Laporte (Athletic), que está el décimo de entre las jóvenes promesas futbolísticas. La enorme temporada que ha dejado el de Pedreguer con el Valencia CF, aunado a que su salto a la selección absoluta está a punto de producirse han hecho que su cotización haya subido como las espuma en el último año y que se haya convertido en objetivo de deseo de los grandes clubes del mundo.

Gayà está en el octavo puesto con una cotización de 25,87 millones de euros y es junto a Héctor Bellerín (Arsenal) que está en el puesto 20, los dos únicos jugadores españoles en la lista de Soccerex. La empresa británica desde hace 19 años controla toda la industria de fútbol a nivel mundial y ha creado esta lista uniendo diversos principios como son el de la actualidad (en qué momento se encuentran), la fiabilidad (previsiones de futuro y proyección) y el alcance (estadísticas deportivas y de mercado en el último año). Además, para sacar la lista definitiva sobre la posible tasación de los jugadores se investigó todo, desde el rendimiento deportivo hasta las ventas que el club de origen ha hecho en los últimos cinco años.

Variables que aumentaron la cotización de Gayà

En este sentido, el Valencia CF en el puesto de Gayà ha vendido recientemente a jóvenes perlas como Jordi Alba (Barcelona) y Juan Bernat (Bayern), incluso a Mathieu que también fue lateral izquierdo en el conjunto ché en los últimos años. Así se revisó el promedio de las ventas del club desde 2010. También es importante la edad del futbolista, los años de contrato que le quedan por delante, la valoración y las estadísticas de su última temporada, las apariciones con la selección Sub'21 y la absoluta (obtiene más puntos cuanto mayor Ranking FIFA tenga).
También es importante ver los minutos que disputó y la importancia que tuvieron en sus equipos, si se cumplieron o no los objetivos globales marcados equipos a principio de temporada (clasificación para la Champions, jugar finales etc); si el futbolista fue objetivo de deseo de otros clubes y eso hizo que subiera su cotización también hace que se revalorice. En realidad se mira todo lo que rodea al jugador y puede llegar a sorprender pero en las premisas hay variables no sólo de rendimiento deportivo (calidad, técnica y físico), sino que hay otras tan influyentes como puede ser su imagen en los medios de comunicación.

El deporte y la industria futbolística  

Desde 2009 las transferencias en el fútbol son otra cosa, no sólo se mira el rendimiento dentro del campo, sino que ha influyen otros factores de mercado. Ya se han superado traspasos de más de 100 millones de euros y ahora, ante la escasez de jugadores que sustituyan a los Messi y Cristiano, cada vez más se está apostando por los jóvenes valores. Pogba es un buen ejemplo de ello. El mercado para jugadores jóvenes está sufriendo una enorme evolución y cada vez más son valores en alza los Sub'21. Los clubes de fútbol se basan en unos índices de valor para catalogar y valorar a los jugadores.
Y es que la entidades deportivas quieren saber cada vez con mayor exactitud cuál el verdadero valor de sus activos, como puede ser un jugador que está de moda o que se ha convertido en uno de los mejores del momento, pero también desean conocer los activos del rival para intentar ficharlo sin un sobre coste innecesario. Además, los clubes intentan tener todo este tipo de información para proporcionársela a sus inversores para que éstos puedan prestar su dinero con total garantías a los clubes y para tener la tranquilidad de que con unos activos fuertes en su plantilla tienen la certeza de que pueden ser usados como productos financieros para una posible deuda contraída o para saldar un préstamo.