Una goleada que debe servir como punto de inflexión

El Valencia CF ganó con comodidad al Granada CF por cuatro goles a cero gracias a los tres tantos de Álvaro Negredo y un cuarto Rodrigo Moreno. De esta forma, los hombres de Gary Neville dejan encarrilada la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey y pueden volver a centrar sus esfuerzos en la Liga. 

La victoria, cómoda y contundente, ojalá sea el punto de inflexión para que el Valencia arranque definitivamente, no sólo en la competición del KO, sino también en la Liga y, en un futuro próximo, en la Europa League.
Así, en una de las múltiples llegadas al área, Negredo robaba el balón al Mainz, encaraba a Kelava y le batía con facilidad por bajo. 1-0 minuto siete y la eliminatoria empezaba a estar encarrilada.
No sorprendió Gary Neville a pesar de los numerosos cambios en el once titular. Tocaba hacer rotaciones, pero dar entrada a Enzo Pérez, Javi Fuego, Negredo, Mina o Rodrigo Moreno no es bajar el nivel. De hecho, desde el primer instante, la tripleta ofensiva se encargó de inquietar al meta Kelava. 
Así, en una de las múltiples llegadas al área, Negredo robaba el balón al Mainz, encaraba a Kelava y le batía con facilidad por bajo. 1-0 minuto siete y la eliminatoria empezaba a estar encarrilada.
Instantes después, el propio Negredo podía ampliar su renta, pero le faltó una punta de velocidad para controlar ante la salida de Kelava y hacer el segundo. El Valencia presionaba arriba, y el Granada, mecido por el sopor de la hora y el día, se dejaba acunar de lado a lado. En Mestalla estábamos en familia, se escuchaban hasta los gritos en el terreno de juego.
Sin embaro, el Valencia se contagió del ambiente y el joven Peñaranda, en una jugada personal, a punto estuvo de darle un guantazo a la escasa parroquia presente en Mestalla. Orban resbalaba y Peñaranda encaraba como un rayo la meta de Ryan. Su disparo, por fortuna, salía desviado por poco. Los minutos no pasaban, pero el panorama había cambiado radicalmente. Quien llevaba el peso del encuentro era el Granada, pero fue el Valencia CF quien golpeó de nuevo. Contraataque lanzado por Parejo y Negredo, que le ponían la pelota en bandeja a Mina. El gallego, ante la salida de Kelava, hacía el pase de la muerte para que Rodrigo Moreno marcara el 2-0. Con este plácido marcador se llegaba al intermedio.
Los dos puntas (Negredo y Rodrigo) se habían reivindicado ya con sendos goles. Ojalá sea el punto de inflexión para ellos y para el equipo. 
Los dos puntas (Negredo y Rodrigo) se habían reivindicado ya con sendos goles. Ojalá sea el punto de inflexión para ellos y para el equipo.
Tan claro lo vio Gary Neville que Dani Parejo se quedó en el vestuario para descansar. En su lugar salió Piatti, pero la tónica no cambió. El Valencia seguía siendo el que gozaba de las mejores ocasiones. Sin el mediocentro titular, el equipo dispuso un 1-4-2-3-1, para aprovechar la velocidad de hombres como Piatti o Rodrigo Moreno en las contras.

Ryan hace la 'suya' y Negredo remata

Quedaba por sumarse a la fiesta Mat Ryan. Y a la primera oportunidad que tuvo no la desaprovechó para demostrar que no arroja la toalla en la lucha por la titularidad. Así, un desajuste defensivo permitía a Uche rematar de cabeza sólo y a bocajarro. Sin embargo, la estirada de Ryan, abajo, cerca de la base del palo, hacía inutil el testarazo del centrocampista nazarí.
Fue, sin embargo, una jugada aislada, porque quien llevaba el peso del juego era el Valencia. Cada vez con más asiduidad los de Mestalla pisaban el área rival y, tarde o temprano, el gol tenía que llegar. Así, en una internada sensacional de Santi Mina, fue derribado al tratar de pasar por el medio de dos defensas granadinos y Gil Manzano señaló penalti. Negredo, el encargado de lanzar la pena máxima, no perdonaba y establecía el 3-0. 
La consecuencia fue inmediata: Enzo Pérez, que volvía tras lesión, se marchó al vestuario para no sobrecargarse y el canterano Zahibo al terreno de juego, dónde el Valencia seguía siendo amo y señor del partido. Mina y Rodrigo se repartían las ocasiones para redondear la goleada hasta que Gary Neville, retiraba al hispano-brasileño que se despedía con una ovación que no le dedicaba Mestalla desde hacía muchísimo tiempo.
De Paul saltó al terreno de juego para poner un centro a Negredo que era derribado en el área cuando el partido encaraba su recta final. Al grito de "Negredooo, Negredoo" el ariete de Vallecas sellaba su hat-trick y su gran tarde de Reyes. El gol -con dedicatoria incluida a Gary Neville- ponía el broche y concluía el regalo de los Reyes Magos valencianistas a su afición: el pase a cuartos de final.