¿Quién es Marco Silva, el entrenador que ha sonado para el Valencia?

Marco Silva es el gran desconocido de los aspirantes a convertirse en el entrenador del Valencia CF para lo que resta de temporada 2016-2017. La destitución de Pako Ayestarán ha supuesto el pistoletazo de salida para un casting de técnicos en el que no faltan candidatos. Suso García Pitarch baraja varias opciones para el banquillo. La lista de alternativas es amplia pese a que se haya descartado a Marcelino García Toral por cuestiones legales y André Villas-Boas ha rechazado la propuesta valencianista. El perfil que se busca el claro y, en principio, se descarta que llegue un entrenador español.

De entre todos los nombres que están sonando para el banquillo del Valencia CF, el menos conocido es el de Marco Silva. El preparador luso ha desarrollado su carrera en la liga portuguesa y la griega, por lo que no resulta familiar para el aficionado valencianista. Sin embargo, esa uno de los técnicos más prometedores del fútbol portugués, que destaca en los tiempos más recientes por formar entrenadores de éxito. Su candidatura para convertirse en el futuro dueño del banquillo del Valencia CF cobra fuerza y ElDesmarque lo analiza para conocerlo en profundidad.

Fútbol dinámico

Marco Silva es el último producto de la prolífica fábrica de entrenadores lusos. A sus 39 años, muchos le consideran como el mejor entrenador joven del país, aunque su apuesta futbolística es distinta a la del resto de exponentes de la escuela portuguesa. "No ha adoptado directamente el modelo de la escuela portuguesa. Es más parecido a Jorge Jesús que a Fernando Santos", explica a ElDesmarque Antonis Saoulis, periodista griego de Gazzetta que lo siguió de cerca durante su etapa en el Olympiakos. "Se diferencia del resto de entrenadores de la escuela portuguesa. Marco Silva quiere el balón, quiere que su equipo lleve la iniciativa", apuntan desde Portugal. "Marco Silva entrenaba a un equipo pequeño, pero lo hacía jugar como un grande", señala al ElDesmarque Joao Sanches de O'Jogo en referencia a su etapa en el Estoril.
Su fútbol se basa en el movimiento constante. "Dinámico es la palabra que mejor define su juego. Nadie está quieto", declaran desde el entorno del entrenador. Una idea que reafirma Antonis. "Sus principios fundamentales son la presión y movimiento constante con o sin balón. Apuesta por construir equipos compactos", matiza el periodista griego. En cuanto al esquema, su formación favorita es el 4-2-3-1, lo que se adaptaría sin demasiados problemas a la plantilla que dispone el Valencia CF. "No tiene un sistema predefinido. Ha utilizado varios esquemas durante su carrera, pero el más repetido es el 4-2-3-1", indica el periodista portugués Joao Sanches.

Trabajador y ambicioso

A nivel personal, Marco Silva destaca por ser un profesional a tiempo completo. Aquellos que le conocen le definen como un trabajador incansable y un estudioso del fútbol. "Es entrenador valiente, ambicioso y al que le gusta atreverse. Es muy trabajador. Estudia cada detalle y no le gusta dejar nada al azar. Pese a su corta edad y su breve experiencia, para mí es el mejor entrenador joven portugués", señala Antonis Saoulis. Respecto al carácter, el periodista griego subraya la perseverancia de Marco Silva, lo que en puede convertirse en un arma de doble filo. "Es muy testarudo, algo que a veces no es bueno", ha indicado el heleno.
Sobre su comportamiento en el banquillo, Joao Sanches señala que "Marco Silva es un entrenador moderado. No es muy efusivo dando instrucciones durante los partidos". "Es educado con los medios, sabe mantener las distancias y evitar entrar en guerras innecesarias", agrega. Por último, el periodista de O'Jogo recuerda que al técnico luso no le gusta hablar de los árbitros. "Marco Silva tiene por norma no hablar nunca los árbitros. Sólo se la saltó una vez cuando entrenaba en el Sporting y sufrió un arbitraje desastroso en un partido de Liga de Campeones contra el Schalke", 

Ya superó una situación similar

Durante su época como futbolista, Marco Silva fue un lateral trabajador que nunca llegó a destacar. Tras colgar pasó directamente a convertirse en director deportivo del Estoril, aunque por su cabeza siempre pasó la idea de entrenar. La oportunidad no tardaría en llegarle. Como consecuencia de los malos resultados, Vinicius Eutropio fue destituido en la quinta jornada y Marco Silva cogió las riendas del equipo. El Estoril estaba hundido en la clasificación de la segunda división portuguesa, con tan solo seis puntos en su casillero.
Pese a coger al equipo en una situación crítica, en una situación similar a la que se encuentra el Valencia CF en estos momentos, Marco Silva acabó llevándolo al ascenso y fue elegido mejor entrenador de la competición. La temporada siguiente, ya en primera, lo dejó en quinta posición, batiendo el récord histórico del club. El año posterior, volvió a batir récords y dejó al Estoril en la cuarta posición de la liga portuguesa pese a que le habían vendido a los mejores jugadores de la plantilla el verano anterior. "El premio a su buen trabajo fue clasificar al Estoril para Europa League durante dos años seguidos. Luego pasó lo que todo el mundo esperaba y dio el salto a un grande. Sonó para el Porto, pero acabó fichando por el Sporting", relata Joao Sanches.

Ninguna temporada mala

La carrera en los banquillos de Marco Silva ha evolucionado a un ritmo de vértigo. Comenzó a entrenar en 2011, por lo que tan solo ha entrenado durante cinco temporadas, pero su curriculum es brillante. "Hay que destacar que nunca ha tenido una temporada mala", recuerdan desde Portugal. Y así ha sido. En Estoril mejoró los resultados año tras año. Posteriormente, asumió el reto de dirigir a un Sporting Club de Portugal en proceso de reconstrucción y lo llevó a ganar la Taça de Portugal, el primer título de los Leoes desde 2008.
Después de levantar el título histórico, Marco Silva fue destituido contra todo pronóstico. La mala relación con el presidente, quien exigía que jugaran unos futbolistas determinados, desembocó en su salida del club. La decisión muy tan impopular que el máximo mandatario se vio obligado a firmar a Jorge Jesus para calma los ánimos de la grada. Una vez concluida su etapa en Lisboa, Marco Silva decidió buscar fortuna en el extranjero y recaló en Grecia. En el Olympiakos ganó la liga griega, como suele ser habitual para el conjunto heleno, pero además logró completar la mejor temporada de la historia del club, batiendo el récord de victorias consecutivas.