¿Tiene ansiedad el Valencia de Prandelli?

La mala racha de resultados que arrastra el Valencia CF desde la temporada pasada, la sangría de entrenadores, la falta de gol... son demasiados problemas como para que la explicación sea exclusivamente futbolística. Por ese motivo, ElDesmarque ha contactado con el prestigioso psicólogo valenciano, Cristóbal Peris, socio de la consultora Liderea para conocer por boca de un experto si el poblema del equipo puede estar tanto en la cabeza como en las piernas de los futbolistas.

Cristóbal además de ser socio consultor de Liderea, es presidente del Club Atlètic Beteró, ha trabajado con numerosos clubes de la Comunidad  Valenciana (Meliana, Albuixech, Olímpic y ahora Huracán y Beteró), formando entrenadores para que favorezcan el crecimiento personal y profesional de los integrantes de su equipo.
¿Como profundo conocedor del mundo del fútbol y psicólogo, considera que el Valencia es un equipo con ansiedad?
El Valencia está sufriendo una de las peores crisis en la parcela defensiva en los últimos años, en 38 de los últimos partidos ha encajado al menos un gol. Algunos lo achacan a la ansiedad que está instaurada entre los jugadores, especialmente a aquellos más vinculados a esta tarea. Es difícil sin poder tratar con ellos dilucidar si es verdad esta afirmación, pero es evidente que algo ocurre cuando un aspecto como éste pasa por diferentes manos (entrenadores) y parece que poco evolucionan, por no decir que en ocasiones involucionan.
Entonces es evidente que el aspecto psicológico es importante...
Numerosos estudios evidencian que altos niveles de ansiedad, son los culpables del pobre rendimiento de los deportistas, una ansiedad que viene desencadenada por situaciones que entienden como amenazantes (malas clasificaciones, presión del público, etc.) y como percepción que es, unos jugadores la sufren más que otros. Pero esta ansiedad, puede llegar a estar instaurada en un colectivo y en el ambiente que le rodea, afectando al equipo de manera general en varias parcelas, desde la física hasta la cognitiva.
"La ansiedad no entiende de carteras, entiende de personas y como personas que son, también lo sufren".
Pues, perdóneme, pero que tengan ansiedad estos jugadores que son super profesionales y que cobran millonadas...
Pues sí, ansiedad. Porque la ansiedad no entiende de carteras, entiende de personas y como personas que son, también lo sufren. Hagamos un pequeño ejercicio de empatía. Supongamos que usted, el lector, tiene el mejor trabajo del mundo (y digo trabajo, pues un jugador de fútbol no deja de estar trabajando), el trabajo que ha soñado desde pequeño y por el que cobra mucho dinero, quizás más de lo que ha esperado cobrar nunca, ¿se lo imagina? Ahora imagine que cada acto que usted realiza, está siendo juzgado por miles de personas en cada momento. Personas que algunas conocen su trabajo pero otras no, otras opinan simplemente por dejarse llevar por los comentarios de los demás (sean una fuente fiable o no). Imagine también que aunque está realizando el trabajo que le gusta, el ambiente que le rodea es difícil, con muchos cambios, sin un patrón claro. Imagine que un día le dicen que debe hacer algo de una manera, y que a los días, semanas o meses, debe hacer otra cosa porque no acaba de funcionar bien. Quizás el trabajo soñado ya no lo es tanto.
"El hecho de encajar un gol ya no es noticia, es lo habitual. Parece que han dejado de creer en que evitar que suceda tal cosa es posible, en que tienen las capacidades necesarias para lograrlo"
¿Entonces esto es lo que sucede al Valencia?
Pues en cierto modo, esto es lo que parece estar pasando en el Valencia actual. Un cúmulo de circunstancias (económicas, societarias y deportivas) han llevado a un grupo a una situación incómoda, amenazante por la situación en la tabla, decepcionante por los resultados. ¿Esto puede generar ansiedad?, posiblemente sí. ¿Todos la gestionan igual? Seguro que no. Pero creo que una característica subyace al comportamiento del equipo y que también es una fuente de ansiedad y estrés, se trata de la poca confianza que tiene el grupo en sí mismo. Los jugadores no son tontos, conocen su profesión, saben de qué pie cojean pero lamentablemente parece que lo tengan asumido, al igual que parte de los aficionados. El hecho de encajar un gol ya no es noticia, es lo habitual. Parece que han dejado de creer en que evitar que suceda tal cosa es posible, en que tienen las capacidades necesarias para lograrlo. Y no hablo sólo de la defensa como parte más implicada, hablo del equipo en general. Además se da la circunstancia de que es un equipo que le cuesta mucho hacer un gol, por lo que no encajar se torna de máxima prioridad, más responsabilidad para una zaga que continúa en proceso de consolidación.
¿Y de dónde puede venir esta falta de confianza? ¿Es de ahora?
Yo creo que esta falta de confianza no es más que el resultado de un proceso que viene de atrás, decisiones técnicas y tácticas mantenidas durante tiempo, hacen que la defensa haya sido señalada en numerosas ocasiones como culpable de la situación deportiva y este estigma se sigue manteniendo en la actualidad, estén los jugadores que estén.
"El club, la propiedad debe asumir que todos los movimientos que genera deben estar en la línea de la tranquilidad y no en la de la guerra continua"
¿Usted como especialista en la materia qué soluciones propone?
El trabajo de Prandelli, es claro. Debe consolidar y dar la confianza a esos jugadores para que no se rompa el equipo por ahí. Evidentemente los resultados son la vía más rápida para dar esa confianza a los jugadores, pero no dependen exclusivamente de uno mismo, por lo que no es la solución. El refuerzo continuo por parte del entrenador en cada uno de los entrenamientos, premiando el esfuerzo y el proceso en sí mismo, no sólo el rendimiento suele funcionar mejor. Ofrecer más herramientas a la zaga en forma de ayudas por parte de otros jugadores de otras demarcaciones; mantener charlas y escuchar activamente a los jugadores más implicados, ofrecer galones a los más válidos, son las herramientas con las que cuenta el entrenador italiano, entre otras.
¿Y el entorno, el famoso entorno?
Desde luego, también es necesario que el ambiente que rodee a los jugadores sea lo más agradable posible, el club (o mejor dicho, la propiedad) debe asumir que todos los movimientos que genera deben estar en la línea de la tranquilidad y no en la de la guerra continua, en la línea de la certidumbre y no de la incertidumbre, en la línea de la planificación y no en la de la improvisación. Todo aquello que se genera en la Plaza de la Afición, cruza la acera hasta el vestuario de Mestalla.
Hoy ante el Granada tienen jugadores, entrenador y entorno, una nueva oportunidad de demostrar si han superado esa ansiedad o no.