Tutti Fuori (Todos fuera)
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El Valencia CF cayó derrotado por dos goles a uno en su visita a Anoeta ante la Real Sociedad por tres goles a dos. El conjunto de Mestalla se jugaba algo más que tres puntos en Anoeta. Era el último partido de Liga, está empatado con los puestos del descenso e inmerso en una crisis deportiva y social como no se recuerda en años. El equipo es el máximo responsable de que las cosas no funcionen y este sábado tenía la oportunidad en Anoeta de comenzar a revertir la situación gravísima en la que está el equipo y el club.
Dio igual. Nueva derrota tras una pésima primera parte y una mala segunda mitad. Cesare Prandelli, que suma ya siete jornadas seguidas sin ganar, les recordó a la plantilla en la previa asegurando que es la hora de que los futbolistas muestren su personalidad. Y para lograrlo, el técnico de inicio, sacó un once de circunstancias plagado por las bajas y con Montoya por la izquierda señalando a Gayà y Siqueira. Fue en vano. El equipo jugó un mal partido, como viene siendo tónica habitual, y a su repertorio de defectos añadió dos nuevos: el nerviosismo y el miedo a perder.
Así, de inicio saltaron Alves; Cancelo, Santos, Abdennour y Montoya en la zaga; el medio en rombo -ahí otra de las novedades- con Mario Suárez atrás, Medán y Fede en los costados y Parejo en la punta del diamante para asistir a Rodrigo y Munir que jugaban en punta.
Al minuto y medio todo saltó por el aire. Un córner mal despejado, un exceso de relajación de Abdennour, Montoya y Parejo -y de todo el equipo- permitió a Willian José rematar sólo y lograr el 1-0. Deprimente. El equipo respondía así a la arenga de su entrenador.
A cabezazos la Real Sociedad se había cargado el influjo de la bronca de Cesare Prandelli en tan sólo 25 minutos.
Hasta diez minutos después el Valencia no se estiraría en una subida de Montoya que obligó a Rulli a hacer una buena intervención para desviar a córner sin más consecuencias. Fue un oasis aislado dentro de un mar de nervios, de imprecisiones y de decisiones erróneas tanto en ataque como en defensa.
En una de las tantas equivocaciones, de nuevo a la salida de un córner, Willian José de nuevo ante un Parejo inoperante lograba el 2-0 de cabeza con un impecable remate desde el punto de penalti. A cabezazos la Real Sociedad se había cargado el influjo de la bronca de Cesare Prandelli en tan sólo 25 minutos de juego. Durísimo. Al Valencia incapaz se le juntaba ahora el Valencia nervioso y bloqueado. Lo que faltaba.
Un púgil noqueado hasta que salió Mina
El Valencia era un púgil noqueado, esperando más goles. Incapaz de mantener la pelota, descolocado, sin alma, sin agallas. Prieto pudo hacer el tercero y Prandelli no esperó más y sacó en el minuto 33 a Santi Mina por Fede Cartabia. Fue entrar y besar el santo, en la primera bola que tocó el gallego provocó un penalti clarísimo de Íñigo Martínez que Dani Parejo transformó en el 2-1.
La jugada le salió bien a Prandelli, lo merecía. El técnico cambió su sistema y dispuso a su equipo con 4-3-3 desplazando a Munir a la derecha y a Mina a la izquierda, dejando a Rodrigo en punta. El partido se enfrió y con ese marcador -sin duda lo mejor tras una primera parte horrorosa- se llegaría al tiempo de descanso.
Nada más comenzar la segunda mitad, el verdugo Willian José se retiró lesionado. El Valencia podía respirar algo más. El equipo avanzó su presión y, aunque no mejoró ostensiblemente, al menos espació las jugadas de peligro de la Real Sociedad. Era cuestión de tiempo alargar la agonía y así fue. Al filo de la hora de partido Aderlan Santos provocó un penalti grotesco que obligó a Diego Alves a realizar su milagro semanal y detener un nuevo penalti -el cuarto esta temporada- en esta ocasión a Carlos Vela.
Con veinte minutos por delante Munir, totalmente desaparecido, se marchó al banco y Prandelli apostó por la velocidad y la potencia de Zakaria Bakkali. Quedaba tiempo para empatar, aunque parecía más cercano el 3-1. De hecho, en el 74, Aderlan Santos sacaba bajo palos un gol cantado que él mismo había asistido a Zurutuza.
La última bala del técnico Prandelli fue sacar a Carlos Soler por un Mario Suárez agotadísimo. El mediocentro canterano debutaba y, a la primera que tocó, casi marca. Condujo bien, abrió a la derecha para que Bakkali centrara y Soler, de cabeza, no acertó a dirigir su remate.
Con el Valencia volcado en buscar al empate, una contra de la Real Sociedad provocó la segunda amarilla de Cancelo que tuvo que derribar a Yuri. La remontada ya iba a ser tarea imposible. Es más, con el equipo roto, a la contra, la Real Sociedad logró el tercer y definitivo tanto. Canales en largo para Vela, éste con el exterior para Juanmi que, llegando desde atrás, colocaba el 3-1.
Cuando se celebraba el final del partido, Bakkali ponía fin al vodevil logrando el 3-2 en una jugada personal. Parejo lo habilita y el belga resuelve en el área tras regatearse a Rulli. No hubo tiempo para más. En definitiva, ante la pregunta de Cesare Prandelli, y parafraseándolo... Tutti (o casi tutti) Fuori.
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