¡Aleluya! El Valencia regresa a la senda del triunfo

El Valencia CF por fin consiguió una victoria tres meses después que le hacen respirar y recuperar levemente sus constantes vitales. Los de Voro fueron mejores que el Espanyol y dominaron el partido de principio a fin. Un golazo de Montoya en la primera mitad, tras una sensacional jugada de todo el ataque valencianista; y otro de Santi Mina al remachar un gran lanzamiento de falta de Dani Parejo, fueron suficientes para doblegar a un rival plagado de bajas y a merced de los valencianistas. Pese a todo, con el partido concluido y los de Mestalla volcados, aún tuvieron tiempo de establecer el definitivo 2-1 tras un córner que finalmente remachó David López. El Valencia CF respira, su afición se tranquiliza y el descenso se aleja. ¡Aleluya!

Voro apostó por su mejor once ante la finalísima del Espanyol. Volvían al equipo los centrales Garay y Santos; Montoya -el mejor en El Sadar- le ha ganado la partida a Cancelo y Gayà, ya al cien por cien volvía al lateral zurdo. Toque de atención a Cancelo y en la medular a Mario Suárez, que fue suplente. 
La apuesta en el centro fue Carlos Soler, Enzo Pérez y Parejo; mientras que la tripleta de arriba fue para Nani, Munir y Santi Mina, que protagonizó la primera ocasión del equipo al caer en el área tras el empujón de un zaguero perico. 
El Valencia jaleado por todo su público, que al grito de #AmuntMésQueMai y de una globotà había calentado la previa, salió con fuerza a por el partido y en el minuto 5 mereció ir por delante en el electrónico, pero el remate de Carlos Soler tras un despeje de cabeza de la zaga espanyolista fue desviado en la línea de gol por David López cuando Mestalla cantaba ya el 1-0.
El Valencia lo intentaba sin prisa, pero sin pausa. En los últimos metros le faltaba precisión y lo intentaba y lo intentaba hasta que en el minuto 16 Montoya culminó una gran jugada en la que intervinieron hasta cinco futbolistas valencianistas. La recupera Montoya, se la da a Mina, éste luce una pared con Parejo, que abre a la izquierda para que Nani dé la asistencia a Montoya quien, llegando desde atrás, batía a Diego López. Golazo y victoria encaminada.
El Valencia sabe, pues lo ha sufrido en sus carnes, que no puede confiarse y fue a por el segundo con insistencia, pero con calma. Mina, en el 20 y de cabeza, a centro de Nani, pudo anotar el segundo, pero Diego López lo evitó con una gran estirada.
El partido bajó de intensidad a medida que avanzaban los minutos y el Espanyol lo aprovechó para inquietar al Valencia. Álvaro Vázquez aprovechó para probar los reflejos de Alves quien no tuvo problemas en abortar el peligro.

Carlos Soler, un espectáculo

Arriba, Dani Parejo al trantrán y Carlos Soler con ímpetu sacaban al equipo del fondo y buscaban ese pase que propiciara el segundo gol, pero no lograron generar más ocasiones antes del descanso. El joven canterano dio un auténtico recital de contención, conducción, faltas tácticas y pase. 
La segunda parte comenzó como la primera, con el Valencia volcado sobre el área perica. Mina las peleaba todas, Munir se abría a banda para buscar un hueco que no encontraba y a Nani se le veía con ganas de 'hacer la suya'. 
Sin embargo, el equipo no encontraba el hueco y el árbitro comenzó a hacer de las suyas y desesperar a la parroquia por no señalar faltas claras a favor y hasta un posible penalti de Gayà tras un empujón dentro del área. Los gritos de "fuera, fuera" retumbaban en las gradas del viejo coliseo.

Sale un desacertado Munir y entra Cancelo y en canguelo  

Voro, ante el aplauso generalizado, sentó a un desacertado Munir y dio entrada a Cancelo. Hombre por hombre mientras el clima contra el murciano Sánchez Martínez crecía por momentos. No daba una el trencilla, pero tampoco se descomponía el Valencia y así llegó el segundo gol, obra de Santi Mina. El gallego aprovechó un gran lanzamiento de falta de Parejo -que a juicio del cronista sacó Diego López de dentro- y, por las dudas, el punta remachó a la red el gol que debía ser definitivo. Mestalla respiraba y el Valencia encarrilaba un anhelado y necesitado triunfo.
El arbitraje, tendencioso, se inventaba un córner cuando era fuera de banda y le ponía el picante a la matinal del domingo. Quedaba un cuarto de hora, el último y temido. El Valencia tenía que amarrar la renta, pero como a este equipo cerrarse no le va, fue a buscar el tercero. Y debió conseguirlo, porque Sánchez Martínez se tragó un clarísimo penalti por manos de un Espanyol que, sin embargo, aprovechó que el Valencia estaba volcado para reducir distancias y meter el miedo en el cuerpo a la parroquia. Alves se lucía ante un remate de cabeza espectacular de Gerard Moreno, pero David López viniendo desde atrás establecía el 2-1 en el electrónico.
El pánico se apoderó de una grada que se volcó para que su equipo sufriera lo menos posible, mientras Santos, lesionado, dejaba su puesto a Mario Suárez. Fue, sin embargo, Enzo Pérez el que se puso de central. Para perder tiempo, en el 91, sería Bakkali quien entrara por un Santi Mina, goleador, cojeando y fundido, pero triunfador, como un Valencia que vuelve a ganar por fin. ¡Aleluya!
 

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