Quique Sánchez Flores le muestra el camino a Marcelino
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Quique Sánchez Flores ha vuelto a casa para recordar treinta años después el ascenso que logró con el Valencia CF. Durante su visita ha analizado la actualidad del conjunto de Mestalla y la reciente llegada de Marcelino García Toral como entrenador. El técnico del RCD Espanyol se mostró convencido de que el conjunto valencianista ha tomado una buena decisión al confiar en el asturiano para el banquillo y destacó la importancia de tener fe en la cantera, tal y como hizo el Valencia CF treinta años atrás al abrir las puertas a una generación histórica.
Pregunta: ¿Qué tal la experiencia de volverse a reunir 30 años después?
Respuesta: Ha sido una experiencia maravillosa. No hay nada mejor que volver a los compañeros. A ciertas edades uno se vuelve muy melancólico y ya tocaba volverlos a ver y recordar cosas que hemos vivido juntos.
P: ¿Cuáles son las diferencias entre este Valencia y el de hace 30 años?
R: Aquel era un Valencia que partía de la base, que tenía que remontar y reorganizarse. Por la inconsciencia bendita de la juventud no éramos conscientes de que estábamos en un proceso vital del Valencia. Éramos un grupo de amigos, con un entrenador que nos ayudaba mucho de su experiencia. No sabíamos lo importante que iba a ser en la historia del Valencia. Hoy en día las cosas han cambiado mucho. Hace falta mucho trabajo para tener identidad. Creo que al Valencia está llegando gente muy interesante que van a ayudar mucho al futuro.
P: ¿Crees que el Valencia tiene esa identidad valenciana con jugadores como Soler o Gayà?
R: Ahora sí. Ha vuelto Gayà. Soler es un pedazo jugador. Lato apunta muy bien. Jaume Domènech también está muy bien. Al final la forma de conectar más valiente y sana entre el equipo y la afición es que las raíces estén ahí dentro. Y eso pasa en las mejores academias. La del Valencia es una gran academia, como la del Espanyol. En nuestro caso, ante la duda miramos hacia dentro en busca de soluciones.
P: Prandelli y Ayestarán no se atrevieron a apostar por los canteranos y no han tenido minutos hasta la llegada de Voro. ¿Tan complicado es para un entrenador arriesgar con la cantera?
R: Cuando uno tiene confianza en sí mismo, como se ha dado con Voro, que él sabe que podía hacerlo, pues se debe hacer. El problema es que muchas veces los técnicos viven una precariedad de tiempos en la que sólo se piensa en el resultado. Y nosotros tenemos que pensar en una obra completa. Nosotros hacemos equipos para los aficionados, no para nosotros como autores. Debemos pensar qué quieren ellos y que quieren ver.
P: ¿Qué te parece Marcelino?
R: Cuando los entrenadores son buenos ya tienen mucho ganado. Pondrá orden y disciplina. A partir de ahí si Marcelino me preguntara le diría que es muy importante que conecte con la gente porque cuenta. Es una de esas aficiones con las que resulta muy importante saber lo que quiere. Luego hay veces que no se puede conseguir lo que quieren ver, pero es muy importante.
P: ¿Cuál fue el papel de la afición el año del ascenso? Se hicieron más abonados que nunca.
R: Fue una primera reacción y ya nos indicó cuál iba a ser su papel. Se hicieron más abonados que nunca y tuvieron un papel principal. Arrimaron el hombro y sacaron el equipo adelante. Fue muy importante.
P: ¿Le costó a ese?
R: Hubo mucha incertidumbre. No sabíamos con lo que íbamos a tener que encontrarnos. Fue una temporada en la que fuimos de menos a más. Nos costó arrancar. Incluso hubo quejas de la afición. Fue cuando Di Stéfano dijo aquello de que quien quisiera ver espectáculo que fuera al Bombero Torero. Luego acabamos jugando muy bien. Acabamos siendo muy superior al resto.
P: ¿El tándem Quique-Subirats tuvo mucho que ver?
R: Había mucha magia ahí. Hay cosas ahí fantásticas. Di Stéfano nos dejaba mucho margen para hacer cosas en el campo. Muchas veces cuando acababa la charla nos reuníamos abajo y hablábamos de crear superioridad en la banda derecha con Fernando y Arroyo. Al final encontrábamos pasillos para llegar al gol. Con Subirats me entendí muy bien ese año. Al igual que con Fernando o Arroyo. Nos entendíamos casi sin mirarnos.
P: ¿Cómo recuerdas tu gol contra el Recre?
R: Lo recuerdo perfectamente. Fue un centro con la izquierda. El balón quedó botando en la frontal. Di dos toques. Uno con la derecha y otro con la izquierda y me quedé solo frente al portero. Ahí se la tiré a la izquierda arriba y gol. Fue emocionante. El último gol antes de certificar el ascenso.
P: ¿Marcelino cumple el perfil para entrar en la historia del Valencia?
R: Eso nunca se sabe. El Valencia ha tenido grandes entrenadores siempre. Es un entrenador cuyo método ayudará a organizar el equipo.
P: ¿Ves similitudes entre el Valencia y el Espanyol por su modelo de gestión asiático?
R: Con el Espanyol se comprueba que no es incompatible. Cuando tienes una dirección que vive lejos es muy importante que entienda y mantenga la tradición del club. Luego que el director deportivo, el director general y el entrenador creen un eje importante que sepa lo que quiere.