Peter Lim ha roto amarras con su afición.o al revés, que para el caso da igual. La temporada certifica que su gestión no es la que quiere el valencianismo para su club y se lo ha hecho saber.
El deporte es ilusión. El fútbol es ilusión, el Valencia CF es ilusión y el sentimiento que despierta en sus miles de seguidores. Así lo concibo desde pequeño como aficionado y después como profesional del periodismo. Lo que hemos vivido este año y en el pasado no es ilusión. Es decepción, es fracaso, es frustración, rabia e incomprensión por muchas decisiones tomadas y no explicadas que a veces nos han hecho pensar que Peter Lim las tomaba para fastidiarnos o para cargarse una entidad en la que había invertido su dinero.
La situación ha llegado a un punto de no retorno. El distanciamiento social es tan grande, la desafección de la hinchada con la gestión de Lim a través de Anil Murthy es tan profunda que he escuchado a valencianistas de pro asegurar que preferirían que su equipo bajara si con eso Meriton desaparecía de sus vidas. Hasta ese punto hemos llegado. Si ver sufrir.a la gente por lo que sucede en el club del que es máximo accionista no le hace reaccionar, ya no sé qué puede pasar.
La manifestación del 8 M, la recogida de acciones de Libertad VCF, el acoso judicial de De Torino a Mestalla, la campaña de las Peñas pidiendo su marcha. y las autoridades que le han cogido la matrícula y le van a tumbar la ATE salvo sorpresa son todos los frentes que Lim se ha abierto en apenas unos meses.
Cada vez son más las miradas que apuntan contra un Peter Lim que ni vende, ni cede la gestión ni tampoco parece dispuesto a dar la orden para ampliar su inversión o sacar al Valencia CF del atolladero deportivo, jurídico y social en el que se encuentra metido.
Y como el fútbol es ilusión, unos cuantos sonreiremos de medio lado pensando en el nuevo entrenador o que, a pesar de que hay que vender por 35 millones de euros,, vendrá algún futbolista que ayude a los que este año han dado la cara y que la temporada que viene sea algo mejor que esta mientras pasan asuntos más trascendentes o el club cambia de propietario.
En el lado opuesto está Juan Roig, que lo habrá pasado mal en la pandemia como todos, pero cuyo motivador discurso en la presentación de la novena edición del Proyecto FER me llegó al alma. En él viene a decir que el que quiera ganarse una beca debe currar y dejarse la piel y que, en momento de apretura y de angustia como estamos pasando por culpa del coronavirus, unos usan los pañuelos para llorar y otros los fabrican. "Hemos pasado muchos momentos de angustia. La creatividad nace de la angustia. Estaban los que lloran y los que fabricamos pañuelos", decía.
Ante una misma situación el máximo accionista del Valencia CF ha optado por cerrar el grifo y el alejamiento de su masa social; el otro por la reinvención y la inversión y mantener las becas aunque se aplazaron los Juegos.. Claro, uno no genera ilusión y confianza y el otro sí. ¿Está a tiempo de cambiar? Sinceramente lo dudo porque insisto, el deporte no es solo dinero, es ilusión y sentimiento. Y eso, ojo, mueve montañas. Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en Valencia
La ilusión y la esperanza que hoy le faltan a este gris Valencia CF, volverán en breve a Mestalla!!