Bryan Gil, la guinda que le endulce a un Bordalás cabreado pero que sí participa

A mí las guindas no me gustan, pero puede que Bryan Gil sea la que definitivamente dulcifique el carácter de un Bordalás para el que es  evidente que se le quedaría un regusto de insatisfacción con la llegada de dos fichajes nada más, aunque no puede olvidar tampoco de donde venimos (ya sé que no es excusa).

Me cuentan varias personas que José Bordalás está mosca, pero no sé si es cabreo de verdad solo, o además frustración y ambición desmedida. El entrenador del Valencia CF ha participado de los fichajes hasta la fecha pero quiere más porque ve que, con un pco de esfuerzo el equipo puede dar un saltito más allá en LaLiga Santander y en la Copa del Rey ¿Será Bryan Gil? Tiene pinta.

No he hablado con José Bordalás en persona más que unas pocas veces, algún saludo, una presentación. Poco más. Lo que sé de él me lo cuentan los que le conocen, los que trabajan con él, los que le sufren y me lo dicen sus hechos y sus palabras en sala de prensa. Destapó la SER en su día que estaba cabreado y que se borraba de los fichajes. Sin quitarles un ápice de razón a mis compañeros, lo cierto es que después de desmarcarse, se le debió pasar el cabreo y participó activamente en la llegada de los dos que ya se han fichado y dio su Ok a las llegadas de Eray Cömert e Ilaix Moriba. Así que, cabreado que estaba, al menos participó en la confección de su plantilla. En eso, y en señalar las salidas porque todos los que se han ido eran jugadores que no contaban para él o que él no quería. Me refiero a Piccini, Jason, Rivero, Álex Blanco -al que todavía no entiendo porque no le dio ni un sólo minuto- y Vallejo.

¿Que Bordalás quiere más? ¿Que le gustaría que llegaran más jugadores? Normal. lógico y entendible. Y a mí. ¿A quién no le ilusiona una medular con Bryan GIl, Ilaix Moriba, Guillamón, Diawara y Carlos Soler?

Creo, escrito está, que la llegada de José Bordalás ha sido una bendición para el Valencia CF porque su ADN coincide plenamente con el del club y su historia. Pero su ambición y sus atribuciones también tienen que tienen que tener límites. El fichaje de Eray Cömert es el ejemplo de cómo debe funcionar el club desde mi punto de vista. El técnico detecta que falta un defensa, la secretaría técnica lo busca, se negocia el consenso y se ficha pensado en primer lugar en el interés de la entidad. Bordalás, ojalá tarde mucho, llegará un día que no esté, y Eray es un central que vale para Bordalás pero también para el próximo entrenador porque ha firmado por cuatro años.

Expuestos los argumentos y comprendidas sus reacciones -cabreo, rabia, frustración y ambición desmedida pero bien entendida- todo debe tener un límite. El entrenador en su sitio, el secretario técnico en el suyo y el presidente en el suyo. El Valencia al que venía Bordalás era conocido por él, en verano el club actuó igual que en invierno, con consenso y su opinión cuenta. El mercado se cierra. Se le fue Wass y llegaron dos. ¿Poco? Quizá sí, pero yo confío en que llegue Bryan Gil y Bordalás ahora haga lo que mejor sabe, que es entrenar e incrementar el rendimiento de su plantilla. Este equipo es mejor con él la cien por cien. Eso sí, que se aclaren a ver qué pasa con los lesionados. Unos dicen que las cargas de trabajo son muy grandes, otros que los médicos no atinan, pero basta ya de recaídas y tener todas las semanas dos tíos fuera. Recuperar a Gabriel, Omar y Thierry también suma. Queda un día de mercado de fichajes y con Meriton todo o nada puede pasar. Cuando acabe, analizamos y rápido a por la Copa que esa sí que nos ilusiona aunque Peter Lim no llegue a comprenderlo porque aquí somos broncos y coperos. Feliz semana

David Torres

Delegado de ElDesmarque en Valencia

dtorres@eldesmarque.com