Los discursos de Arias y de Bordalás: esta plantilla no está para sufrir
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El elegante zasca de Arias a Dani García: "Yo a él sí lo conozco y me encanta como futbolista"
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Bordalás admite estar "frustrado" por su periplo en el Valencia CF: "Estoy muy cabreado"
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El Valencia regala en quince minutos su billete para soñar con metas mayores
Las declaraciones de José Bordalás y Ricardo Arias marcan un Valencia-Barcelona para olvidar en clave che. Para mí este equipo sí que da para más. Empecemos.
Acaba el domingo de LaLiga Santander. El Valencia CF - FC Barcelona es un eco sonoro en mi mente que me tienta a desviarme del camino que me marqué días antes. Hoy quería opinar de las renovaciones de Carlos Soler y José Luis Gayà. No va a poder ser, dos discursos de actualidad como los de Arias y Bordalás requieren mi atención inmediata. Sin embargo, a modo de resumen diré que en el caso de Soler y Gayà, quienes me conocen saben que, para mí, siempre está antes la persona que el futbolista. Dicho lo cual, vaya por delante que entenderé cualquier decisión que tomen los implicados y la respetaré la comparta o no. Un apunte más: no todo es dinero en la vida.
Arias abre el fuego
Pero me toca entrar en materia. No puedo acabar hoy mi jornada sin pedirle a Dani García respeto hacia sí mismo. Hablar de algo sin conocimiento sólo retrata al que lo dice. Arias es un grande, como Iríbar para el Athletic. Tratar con desprecio a un hombre que es leyenda por su pasado pero también su presente es demostrar cuan ignorante puede llegar a ser uno por buen futbolista que sea. Arias es un espíritu libre que no se corta porque nunca lo hizo y que no admite directrices. El que piense lo contrario, no lo conoce y si no, ahí tienen de prueba sus declaraciones antes del duelo contra el Barça. Elegante zasca en los micrófonos, bueno, igualito a como era jugando, un superclase. Y es que, en la vida hay oportunidades que solo pasan una vez. Hoy Ricardo Arias tuvo la oportunidad de avergonzar a Dani García ante toda España, no lo hizo. Pudo también matar a Ferran Torres, no lo hizo. El que piense que Ricardo Arias habla por boca de otros se equivoca no lo conoce. Arias, como el fenomenal libro biográfico obra de Fran Guaita que lo describe, es Libre.
Bordalás y el "no damos para más"
90 minutos y un repaso después, Bordalás tenía una oportunidad para hacer como Carlos Soler o Guillamon, o incluso como Bryan Gil que acaba de llegar: autocrítica. Total, bastaba decir lo que todos vemos: que esto es una castaña y que esto de no ganar partidos se tiene que acabar ya, contra el Barça o contra el Brasil de Pelé. El técnico es humano y prefirió dejarse llevar por la "frustración, el cabreo" y recurrir de nuevo a que la plantilla "no le da".
El argumento lo hemos escuchado antes, y todos tenemos claro que los fichajes que llegaron no cubren todas las necesidades que el técnico determina, pero eso es pasado. El presente es que el Valencia no puede estar dos veces seguidas en toda la temporada enganchando siete partidos sin ganar. Vístanlo como quieran.
Al equipo no le da dice Bordalás "Ahora mismo no nos podemos comparar con los equipos de la zona alta de la clasificación, esa es nuestra realidad. Si la queremos ver bien si no podemos seguir viviendo del pasado, porque ahora mismo no tenemos el potencial de esos equipos". Y ahí le apoyo a Bordalás cuando dice que el equipo no le da para luchar con los de arriba, pero también él mismo tendrá que darse cuenta que el Alavés no es el Barça o que el equipo sí compitió en San Mamés. Algo de responsabilidad tendrá cuando él mismo reconoce que siguen "cometiendo los mismos errores que desde el primer día". Han pasado 25 jornadas, Bordalás le ha dado un alma a este equipo que no tenía, pero sus 42 goles en contra le afean el currículo y dan al traste cualquier atisbo de reacción.
¿Culpables? Todos
Vale que ha llegado a un club empequeñecido, en plena depresión deportiva, social y económica por culpa de Peter Lim y la gestión de Meriton, pero no es menos cierto que Bordalás tiene más armas que Gracia y que los resultados no son mucho mejores.
La Copa es la ilusión que mantiene la temporada, pero, pase lo que pase ante el Athletic, me niego a pensar que esta plantilla está para evitar la permanencia como se ha deslizado hoy en sala de prensa. Acepto que no está para luchar contra los de arriba, es evidente que un seis es necesario como el comer y no lo tiene, pero no es menos cierto tampoco que el Valencia juega menos de lo que se le presupone por la calidad de su plantilla. Y eso es culpa de quien la confeccionó con huecos, y también de los jugadores, pero también Bordalás tiene su cuota de responsabilidad. Hoy el equipo y el entrenador perdieron una sensacional oportunidad de seguir soñando también en LaLiga. Quedan 45 puntos, es imposible pensar en engancharse a la parte noble, pero sería intolerable que este Valencia sufriera con una docena de internacionales en sus filas ¿no creen? Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en Valencia