El Valencia CF y el Levante UD empataron a un gol en el partido correspondiente a la jornada 34 de LaLiga Santander. La igualada, marcada por la negligente actuación de Figueroa Vázquez, no sirve para ninguno de los dos. A los granota no les vale para salir del pozo y a los de Mestalla los deja a nueve puntos de Europa cuando quedan doce por disputarse. Hugo Duro adelantó a los locales en el 27 y en el 31 el colegiado consultó en el VAR una expulsión de Gayà que marcó el devenir del choque. Con uno más y una hora por delante, el Levante fue mejor y creó ocasiones para ganar pero solo pudo empatar casi al final gracias a otro gol de cabeza, esta vez de Duarte y tras una buena asistencia de Morales.
De inicio Bordalás apostó por un 1-5-3-2 con un once prácticamente de gala en el que repetían nueve jugadores de la final de Copa. Sólo Thierry y Racic eran las novedades Lisci también apostó por un 1-5-3-2 con Campaña en el medio como gran novedad. El partido empezó, como un buen derbi, enrevesado, trabado y con tensión bien entendida en las gradas y en el césped.
El fútbol era trabado menos cuando la pelota les llegaba a los buenos. Guedes en el 8 probaba suerte desde lejos y en el 10 era Dani Gómez quien forzaba la primera y acertada intervención de Mamardashvili. El Levante acosaba más, también necesitaba más y fue quien más aproximaciones protagonizó en los minutos iniciales.
Las defensas se impusieron a los ataques hasta que en el 27 Gayà puso un centro medido que Hugo Duro remató impecable de cabeza logrando el 1-0. El derbi parecía desnivelado has ta que el andaluz Figueroa Vázquez decidió amonestar a Gayà primero con una amarilla y después, tras consultar el VAR, con una roja que nadie vio y que terminó por encender al respetable. La mano federativa, interpretaron la mayoría de aficionados. Y es que, el capitán enfiló el túnel de vestuarios a la media hora de juego.
El colegiado había puesto patas arriba el derbi porque, a partir de ese momento, le protestaron todas y empezó a sacar amarillas a diestro y siniestro. Con uno más el Levante fue mejor y en el 50 Dani Gómez tuvo, tras un error de Diakhaby una grandísima ocasión para empatar. Se topó con Mamardashvili.
Tras el descanso, Alessio Lisci sacó a Bardhi por Radoja -amonestado- en busca de un gol que les metiera en el partido. Bordalás hizo lo propio y sacó a Jesús Vázquez por Guillamón para reordenar su defensa. El choque, como era lógico, se convirtió en un monólogo del Levante que iba e iba y cada vez se aproximaba con más peligro al área de Mamardashvili. En una de esas acciones, Son simuló un penalti. Era la segunda amarilla, pero Figueroa Vázquez estaba pensando en el alumbrado de la Feria más que en Mestalla. Esta se la guardó y Lisci sacó a Saracchi para que no le expulsaran a paisano Son.
El Valencia no quería perderle la cara al partido pero se veía superado en todas sus líneas, aunque recuperaba el balón, tampoco sabía hacer con él. El Levante, por su parte, tenía fe. El plan le estaba saliendo casi perfecto. El gol tenía que llegar porque dominaba y, además, su técnico puso en liza a Soldado y Melero, dos hombres de vocación ofensiva para remachar la faena. Entraron en lugar de Campaña y de Vezo. El punta fue muy silbado en su vuelta. Tenía media hora más el alargue para igualar la contienda.
En una de las escasas salidas al ataque que tuvo el Valencia, Soler y Jesús Vázquez casi logran el segundo. Por desgracia para los intereses locales, al lateral le quedó el balón en su pierna derecha y, a puerta casi vacía, no pudo embocar. Corría el minuto 72 cuando Bordalás movió su banquillo. Sentó a Guedes y Thierry Correia, ovacionados y fundidos, para sacar a Foulquier y Maxi Gómez. Ellos se inventaron un córner que Mestalla aplaudía casi como si fuera un gol.
En el 77 fue Bardhi quien mereció el gol. El macedonio lanzó un obús desde la frontal que se estrelló en el larguero. El derbi buscaba el empate, su tendencia natural y el técnico romano del Levante lo sabía y agotó sus cambios en el 79, sacando a Pubill por Miramón. Más frescura en las piernas azulgranas y llegó el empate.
Morales puso un gran centro y Duarte de cabeza logró el 1-1 que hacía justicia a lo que se vio sobre el césped. Quedaba tiempo para que todo sucediera. Incluso, cómo no una tangana. La tensión se palpaba, las gradas vibraban y el partido encaraba su recta final con un resultado que no valía para nadie.
El Levante tuvo en el 88 el segundo. Melero se encontró de nuevo con Giorgi y Bordalás sacó a Bryan Gil para dar descanso a Hugo Duro y consumir minutos al reloj. Quedaban cinco de añadido cuando Yunus Musah se llevó la ovación de la tarde al sustituir a Soler en el 91. Ya no se jugó más y Valencia CF y Levante empataron. Porca miseria. A nadie le vale.