Un partido para reencontrarse ante un gran rival y que vale una final

El Valencia CF se enfrenta al Real Madrid en el King Fahd Stadium en la primera semifinal de la Supercopa de España. El duelo llega para los de Gattuso tras una mala racha de resultados en Liga que ha dejado tocado anímicamente al bloque. Es por eso que el duelo es una buena oportunidad para reencontrarse, revitalizar ánimos y recuperar el mejor estilo ante un rival complicadísimo y que, sobre el papel, es el favorito para avanzar a la final.

El Valencia, si juega como sabe, con su espíritu alegre, joven y desenfadado tendrá opciones ante un Real Madrid que también llega con bajas y tras perder en La Cerámica. Deberá exprimirse al máximo Gattuso para superar a su maestro, su mentor, Carlo Ancelotti, que le dirigió 400 partidos en el Milan y le ha ganado hasta la fecha todas las veces que se cruzaron como técnicos hasta la fecha. La relación ha perdido cordialidad, pero el respeto sigue.

Para hacer frente a los merengues, vigentes campeones de Liga, el Valencia contó con 25 expedicionarios ya que Gattuso incluyó a Jaume y Marcos André en la convocatoria, aunque el ,primero no tiene ni ficha y el segundo está con problemas. En casa se quedaron Nico González y Samu Castillejo, los dos lesionados que han sido operados esta semana y que, por tanto, están descartados para jugar partidos al menos en los próximos meses. La plantilla, sin fichajes, se le queda corta a un Gattuso que tiene una gran duda para confeccionar su once titular: ¿Afronta cada partido como si fuera una final o va resguardando sus piezas?

Hasta la fecha, el técnico italiano no se ha reservado a nada y a casi nadie por lo que se espera que, ante el Real Madrid, ponga su once de gala sin guardarse a nadie. Queda únicamente descubrir si incluirá un cambio táctico o apostará por el clásico 1-4-3-3. Desde jugar con dos centrales a utilizar dos pivotes, cualquier cosa cabe en el libreto de Rino.

En todo caso, por líneas, parece claro que Giorgi Mamardashvili será el portero. Por delante de él, formaría una línea de cuatro con Thierry Correia y Gayà en los costados. En el medio de la zaga podrían entrar Cenk y Gabriel Paulista dando descanso a Cömert y Diakhaby.

En la medular, Guillamón es el único pivote pero no es descabellado pensar que junto a él forme en el pivote André Almeida o Ilaix Moriba, como sucedió en La Nucía. Ellos estarían secundados por Yunus Musah o Lato y arriba no quedan más que Lino, Cavani y Kluivert o el propio Lato, que podría ayudar a parar a Vinicius.

Así, de inicio podría formar Mamardashvili; Foulquier o Thierry, Cenk, Gabriel o Diakhaby, Gayà; Guillamón, Almeida o Ilaix; Yunus; Lato o Lino, Kluivert y  Cavani.

Así, de inicio podría formar un once titular con Mamardashvili; Foulquier o Thierry, Cenk, Gabriel o Diakhaby, Gayà; Guillamón, Almeida o Ilaix; Yunus; Lato o Lino, Kluivert y  Cavani.

El Real Madrid llega con las dudas de Carvajal y Mendy, las bajas de David Alaba y Aurélien Tchouameni  y también con problemas de resultados tras haber ganado por la mínima en la Copa del Rey ante el Cacereño y tras haber perdido en LaLiga Santander frente al Villarreal.

Este martes el equipo valencianista realizó la última sesión de entrenamiento antes del partido de semifinales en el que se confirmó la baja de Marcos André.

El Real Madrid se entrenó antes y Carletto pudo comprobar como el francés Ferland Mendy, lateral izquierdo del Real Madrid, es duda para el partido. El defensa galo no se entrenó sobre el césped y su puesto en el once podría ocuparlo Nacho o Camavinga. Por el contrario, Carvajal parece totalmente recuperado. El técnico, preocupado por la falta de contundencia en la defensa, asume el papel de favorito y jugará con su once de gala.

De esta forma, Ancelotti podría formar con Courtois; Carvajal, Militao, Rüdiger, Mendy o Nacho; Kroos, Modric, Valverde; Asensio, Benzema y Vinicius.

Es una competición distinta, pero nadie quiere dejarse la posibilidad de alcanzar una final que, en el caso del Madrid, sería para revalidar el titulo y en el del Valencia para cargarse anímicamente para lo que ha pasado y lo que vendrá.