¿Por qué celebraron los jugadores la salvación y qué pasó tras el pitido final?

El pitido final de Gil Manzano dejó imágenes extrañas en Mestalla. Ya desde antes de este, la actitud defensiva de los jugadores del Valencia CF y un despeje de Gayà cuando podían ir al contraataque hacían presagiar que los jugadores valencianistas se creían que estaban salvados, pero no lo estaban. Cuando el colegiado extremeño decretó el final y el banquillo salió corriendo a abrazarse con el resto de los compañeros como si de la celebración de la salvación se tratase. "Al final del partido no sabíamos si estábamos salvados o no", dijo Baraja en rueda de prensa. De pronto, la euforia se vino abajo y el equipo se reunió en un corrillo para, como confesó el Pipo, hacer cábalas. Puedes ver el transcurso de los hechos en el vídeo de la parte superior de la pantalla.

Se hace extraño pensar que los jugadores no se creían que estuviesen salvados, pero el propio Baraja lo desmintió explicando lo que había pasado: "No teníamos información y estábamos todos un poco esperando que alguien nos dijera lo que podía pasar en la próxima jornada. Teníamos en la cabeza que si empatábamos... pero han ganado o puntuado algunos rivales y ya no se daba".

Entretanto, se formó una pequeña tangana porque a uno de los jugadores del RCD Espanyol no le sentó bien la celebración de los valencianistas. Pronto se quedó en nada y los pericos se fueron ovacionados de Mestalla.

Los jugadores confirman la versión de Baraja

Samuel Lino fue el primero en hablar tras el partido. El autor del gol del empate comentó que "no nos hemos salvado porque los resultados de los otros partidos no nos han encajado". La incertidumbre en el banquillo, por lo que se ve, era total.

Javi Guerra también lo quiso explicar: "Toda la zona del descenso está muy igualada y no sabía si nos habíamos salvado o no, pero hay que seguir y sacarlo en Sevilla. Dependemos de nosotros mismos y el equipo está preparado para sacar el resultado que necesitamos ante el Real Betis. Trabajar durante la semana y estar preparados".

Y no, la salvación no está hecha

Aunque pudo haber confusión, la salvación no está cerrada matemáticamente. Hay dos supuestos que bajan al Valencia CF a Segunda. Sumar en Sevilla, eso sí, significaría sellar la permanencia de forma matemática.

Primer supuesto

En una jornada 38 con enfrentamientos directos, solo descendería si esta acaba con un triple empate en las posiciones 18, 17 y 16 entre Getafe, Cádiz y el propio Valencia, donde el club de Mestalla sería el gran damnificado consumando el descenso. Pero para que eso se dé, han de pasar muchas cosas. La primera, que el Real Valladolid le gane en casa al Getafe CF, que todavía no está salvado. Asimismo, el Cádiz CF tendría que perder contra el Elche CF (solo con que los gaditanos puntuasen, el Valencia CF estaría salvado porque rompería ese triple empate). Y por si eso no era poco, Almería y Celta deberían ganar a RCD Espanyol y FC Barcelona, respectivamente. Los primeros juegan como visitantes y los segundos como locales. Todos estos supuestos, claros, son sin olvidar que el Valencia CF también juega.

Segundo supuesto

Y si esa carambola ya parece complicada de darse, hay otra. Todos los resultados, derrota mediante del Valencia CF, deberían darse de la misma forma, pero un empate del Almería, que supondría un cuádruple empate a 41 puntos, también mandaría al club de Mestalla a Segunda.