Golpe injusto de realidad en Mestalla: sin fichajes tocará llorar cada gol
El Valencia perdió ante Osasuna en un partido en el que fue mejor que su rival pero en el que en dos acciones puntuales dejó escapar los tres puntos. El Valencia volvió a dejar claras sus carencias ofensivas, la falta de fichajes y de experiencia en la plantilla. Todo eso lo suple con entrega, buen orden, intensidad pero no basta, porque el fútbol se decide en las áreas y ahí le falta contundencia. Así, mientras los navarros en dos chispazos marcaron dos goles (el primero de penalti y el segundo tras un córner y una posible falta sobre Gayà), el Valencia tuvo que rematar 16 veces para anotar un tanto. "Necesitamos tener variantes ofensivas porque los partidos se pueden complicar. Tenemos que trabajar para buscar los jugadores que nos den esas opciones y es lo que espera el mercado", aseveraba Baraja al final del partido.
Como se pudo comprobar en directo, el Valencia es puro nervio, es garra, es juventud y desparpajo a falta de refuerzos y veteranía. Hay una verdadera rivalidad en el equipo por ver quién es más intenso en el corte, en la presión, en la entrega y eso da sus frutos, pero claro, con el balón le cuesta algo más. Ahí se nota la calidad y el cuajo. Si a eso le añades las decisiones arbitrales, como la del penalti con el que se adelantó Osasuna, el Valencia y Baraja no puede obrar milagros. A pesar de que al final del partido aseguró que con trabajo y con minutos el equipo joven "puede crecer"
Aunque el Valencia jugó mejor hasta el tanto de Osasuna y también después, su dominio fue infructuoso, sin ocasiones claras de gol. Es más, tenía que abusar de jugar con sus centrales porque sólo Gayà -uno de los pocos veteranos- parecía encontrar la verticalidad que Osasuna negaba. Cuando son Cenk, Diakhaby y Gabriel Paulista los que tienen que crear, el problema es mayúsculo.
André Almeida, Canós... y el pundonor de Hugo Duro en el Valencia
Aún así el Valencia sufre y por eso, cuando necesita fútbol, Baraja hizo el único cambio posible que tiene ante la falta de refuerzos. En el descanso sentó a Diakhaby, amonestado, y sacó a André Almeida, al tiempo que ponía a calentar a Canós, que saldría poco después para tratar de aportar ya. Pero el problema, lógicamente va más allá que la aportación del de Nules, o del trabajo de Hugo Duro, que al final encontró su recompensa cuando más cuestionado está. El madrileño lloraba celebrando el gol, su primer tanto en LALIGA desde septiembre de 2022.
Pero el destino tenía reservado un destino cruel y un baño de realidad para Mestalla en el 95 Nacho Vidal marcaba de chilena tras un córner. La ley de ex se cumplía y el Valencia, que no mereció perder, se llevó un golpe de realidad que no por no esperado duele. Todo ello, salpimentado por un arbitraje lamentable y la sensación de que el Valencia fue mejor. Pero con eso no basta.