La victoria ante el Granada CF por un gol a cero fue un triunfo de casta. De saber dominar los tiempos del partido y neutralizar, por completo, al conjunto nazarí. Fue también el premio que se llevó la parroquia valencianista. Un domingo a las 16:15 horas de la tarde Mestalla se volvió a llenar. Más de 40 mil aficionados arroparon y llevaron al Valencia CF a reencontrarse con la victoria en el feudo valencianista. Los jugadores sabían de la importancia de sumar de tres en su propio campo. Ese sentimiento se transformó en alegría con la celebración del triunfo en el vestuario. Una alegría que todo valencianista tendrá este inicio de semana.
Ganar siempre es sinónimo de alegría. Uno a uno fueron pasando los jugadores para entrar al vestuario. Si hay que quedarse con dos nombres que ilustren el sentimiento de la plantilla esos son Gabriel Paulista y Cristhian Mosquera. El grito de "Vamos caralho", por parte del brasileño, y un efusivo "Vamos" de Cristhian Mosquera transmitían el sentimiento del vestuario ante una victoria trabajada.
El que no está aún sobre el verde, pero sí se dejó ver por los vestuarios fue al lesionado Jesús Vázquez. El canterano valencianista quiso bajar para felicitar, uno por uno, a sus compañeros después del triunfo ante el Granada CF.
El lateral valenciano sigue sin poder entrar en las listas de Rubén Baraja, pendiente de la evolución de su lesión. Quienes están en las mismas que Jesús Vázquez son Cenk, André Almeida, Alberto Marí y Diakhaby.
El triunfo del domingo supuso para Rubén Baraja su mejor racha como entrenador del Valencia CF. Cinco partidos sin perder. Aunque él prefiere hablar de "continuidad", la realidad es que el equipo está a solo dos puntos de puestos europeos.
Un horizonte que queda lejos, pero que ahora está cerca. Pese a todo, el entrenador no quiere "pensar en eso" y le da importancia al triunfo con portería a cero.