Antes de la Guerra por Zaragoza, llegó la palabra de Dios por Dani Gómez
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Se va otra semana, ciertamente agridulce para el valencianismo. Primero porque a nadie le gusta ver que Javi Guerra pudiera está en la rampa de salida.y segundo porque, aunque ahora las derrotas no importan, la sensación de endeblez que muestra el equipo falto de fichajes y plagado de ausencias, empieza a ser chunga. Esperemos que, con fichajes, tiempo y paciencia, aparezca como el año pasado la luz al final del túnel. Las notas, recuerden, el día 1 de septiembre. Mientras esa fecha llega, saboreemos al menos que, desde el viernes tenemos en casa un integrante más en la familia: Dani Gómez.
Sabemos positivamente que con el delantero de Alcorcón y con el grupo que tiene ahora Baraja, al Valencia CF no le da. No le da ni para emular a aquel equipo del doblete que también lucía pecho blanco y mangas negras hace 20 años. Pero tampoco le da para mantenerse con tranquilidad en el proceloso mar de Primera División. La frase parece extraída de una mala canción de verano y es dura de narices. Y es que, ver al Valencia así, sufriendo para no bajar, sudando para hacer un proyecto medio digno y para sacar dinero de debajo de las piedras para poder traer cedidos, es doloroso. Denunciarlo, -hecho está-, por desgracia no va a cambiar la realidad a la que Peter Lim tiene sometido el club. Por eso, para seguir adelante y hasta que lleguen soluciones mayores, lo único que queda es confiar que el grupo que confeccionen Miguel Ángel corona y Rubén Baraja sea lo suficientemente competitivo para estar por por encima de las expectativas creadas y firmar otro año sin sufrir. Lo demás, vendrá luego.
La defensa del fichaje de Dani Gómez antes que Bryan y Guerra
A falta de que se concreten dos operaciones que pueden concretarse (el tratr´spaso de Javi Guerra por 25 millones y más y la cesión de Bryan Zaragoza), me centraré en Dani Gómez. Estos días atrás me han caído palos en redes, por defender su fichaje, del que hemos ido dando cuenta día a día desde el pasado lunes. Ya sé que no es Kempes y que el nivel que ha mostrado el madrileño en las últimas temporadas no está a la altura ni siquiera de este Valencia empequeñecido por Lim.. Los datos (malos) de Dani están ahí y son incuestionables, pero hay otros intangibles que han hecho que el Valencia haya trazado una estrategia y haya conseguido fichar al madrileño pese a la escasez de fondos y la obligación de no fallar en los refuerzos.
El primero y más importante de estos intangibles es su valedor; Rubén Baraja. Si el técnico avala su llegada, para un servidor es Palabra de Dios. No debería dar más explicaciones en este apartado, pero como todavía hay algún valencianista que no se ha convertido a la religión del Pipo, me veo en la obligación de recordar que ese señor se ha ganado el derecho a elegir y opinar sobre jugadores.y fichajes en el Valencia CF después de lo que ha conseguido en su primera temporada y media como entrenador en Mestalla. Tanto él, como Miguel Ángel Corona, saben que, en el escaso margen económico que tenían a estas alturas de verano, Dani Gomez era el futbolista ideal. Lo primero, aún temor de repetirme, porque lo quería el entrenador. Baraja lo tuvo en Tenerife y sacó lo mejor de él; y el técnico ya apalabró cuando renovó que quería opinar sobre el futuro de los jugadores con los que tiene que ir a la guerra. Dani Gómez es la prueba.
Lo segundo, porque saben Corona y Baraja que Dani tiene hambre, saben que el levantinista es consciente de que está en un hoyo en su carrera por su mal rendimiento y que para salir de él tiene que trabajar y asumir cosas como que, en el Valencia, de inicio, será el tercer delantero. Llega a Valencia un Dani enfadado con su presente y que o espabila, o perderá uno de los últimos trenes importantes de su vida.
Futbolísticamente además, Corona y Baraja creen que Dani Gomez, es un delantero distinto a lo que ya tenían en plantilla, con movilidad y que, si recupera sus virtudes, puede darle muchas alegrías al valencianismo en forma de goles. Además, como ocurre en cualquier grupo humano, su sola presencia en el vestuario elevará la competencia en una zona del campo, donde, de lo contrario, Rafa Mir y Hugo Duro corren el riesgo de relajarse por tener el sitio asegurado.
Dios propone y el hombre dispone: Javi Guerra, Dani y Bryan
¿Y si no funciona? En el peor de los casos, el Valencia CF habrá tenido un año a Dani Gomez con un sueldo asumible hasta para las exiguas arcas valencianistas y sin ningún compromiso de quedárselo a menos que el alfarero demuestre que tiene todavía en sus botas goles para hacer buenas vasijas. Ojalá en junio estemos brindando en ellas con un buen Ribera de Duero celebrando que el de Alcorcón se ha ganado la renovación sobre el césped de Mestalla. Su felicidad, será la nuestra y Baraja volverá a tener razón. Y es que, si al Pipo Javi Guerra le preguntara qué hacer con su futuro, estoy seguro que le diría que es joven para salir de Mestalla porque aquí tendrá minutos y en otros sitios (Wanda, Reale etc es más complicado). Si no quiere escucharlo, será Bryan Zaragoza el que ojalá pueda aprender la lección bajo la batuta del entrenador valencianista, que para estas cosas ha demostrado ser un Dios. Feliz semana y feliz mes de agosto
David Torres
Delegado de ElDesmarque en Valencia