Mestalla es paciencia, exigencia, pero sobre todo es sabiduría: no le digan al pueblo lo que debe hacer

Acabó el Valencia - Betis y mi sensación no cambia. Es agria por ver al Valencia abajo sin poder ganar, pero también algo dulce por el merecido empate y porque me voy del estadio con la sensación de que viví de nuevo una lección del pueblo de Mestalla. Siempre me ha gustado poco decir a los demás lo que tienen que hacer. Huyo de las personas que se creen con la capacidad perenne de decir a los demás cómo deben actuar o comportarse en cualquier ámbito de la vida. En el fútbol me pasa exactamente lo mismo. No me gusta que le digan a la afición del Valencia CF si debe criticar, callar, aplaudir, animar y cuando hacerlo. Creo que las personas, igual que uno mismo, somos lo suficientemente inteligentes para saber qué decir y cuándo hacerlo. En Mestalla hay una afición soberana, forjada en el paso de las décadas, de la tradición que ha pasado de padres a hijos y que lee los partidos y la situación actual del equipo con tanta clarividencia como usted o yo. Este domingo en el partido ante el Betis lo demostró una vez más.

Mestalla ante el Real Betis

Al aficionad@ que va al estadio le repugna lo que está haciendo Peter Lim con su club, como me pasa a mí; le duele dejar algún día su estadio pero asumió que el tiempo de volver atrás esa decisión, por desgracia, pasó hace mucho tiempo. El valencianista de a pie que ha visto a otros grandes jugar en Mestalla es consciente de que esta plantilla es joven y cogida con pinzas, que está lejos de las mejores que nunca conocimos y que, ante el primer golpe, se cae. Por eso ante el Real Betis fue condescendiente desde el principio, animó, se volcó y ayudó a sus jugadores. Pero al palco, caña, sobre todo en el minuto 19, que fue más sonoro que nunca.

Mestalla sabe todo de todos: jugadores, entrenador, directiva...

Los que habitan las gradas del estadio están agradecidos a Carlos Corberán por lo que hizo el año pasado, pero saben perfectamente que este no está dando con la tecla. Ya hay runrún en el entorno pero el pueblo de Mestalla y el mister sabe que sólo los resultados le salvarán. Ante los verdiblancos su equipo mejoró, pero Mestalla es paciente con Corberán, tocaba apoyar a todos, al menos hasta que pitara el árbitro. E incluso después del gol del Betis.

La ovación final al equipo era la sentencia esperada. Reconocía Mestalla el esfuerzo del equipo a pesar del empate, no sin antes ensañarse con Abde (mal él por provocar, peor el que le insultó desde la grada)

La ovación final al equipo era la sentencia esperada. Reconocía Mestalla el esfuerzo del equipo a pesar del empate.

Pero los valencianistas ellos y sólo ellos decidirán cuándo toca decir basta o si toca decirlo. Ante el Betis demostraron una vez más que, de tontos no tienen un pelo, y que saben cuándo y cómo deben criticar.

Porque ellos, los habitantes de Mestalla saben que suman puntos. Recuerdo el día que una leyenda del Valencia CF me explicó: "David, Mestalla son de 20 a 25 puntos cada año". Y, bajo esta premisa, ¿creen ustedes que algún aficionado va a abandonar a su equipo a las primeras de cambio? Sinceramente no lo veo porque saben, como usted y como yo, que el verdadero culpable está en Singapur y que la gente que tiene en el palco al final poco o nada pueden hacer más que transmitirle con dudosas garantías de éxito que estamos hartos.

Por eso, no me encontrarán nunca en el bando de los que digan qué debe hacer o no Mestalla, pero sí estaré siempre en el que aplauda lo que decide la mayoría. Mestalla es sabia y soberana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en Valencia

dtorresp@eldesmarque.com