Oro sorpresa de Cooper Walz y canasta increíble de Anna Cruz alegran el día
La inesperada sorpresa del oro conquistado en el K1 1.000 metros por el palista Marcus Cooper Walz, un español nacido en Oxford, de padre británico y madre alemana, criado en Mallorca; y una canasta sobre la bocina de Anna Cruz que metió a España en semifinales de baloncesto femenino, fueron las dos notas más alegres de la jornada para el deporte español. Un día, que cerró Carolina Marín con una exhibición de buen bádminton.En el lado negativo, hubo decepciones en balonmano femenino, waterpolo masculino y en la sincronizada, donde Ona Carbonell y Gemma Mengual, emocionaron al público con un baile flamenco en el agua, al ritmo del Concierto de Aranjuez, versión de Paco de Lucía, -algo muy español-, que le sirvió para lograr un diploma olímpico, con la quinta plaza. Una décima sólo, le separó de la cuarta plaza de Ucrania.
Emocionante fue el éxito del basket. Se clasificó para semifinales, un éxito que ha alcanzado tras superar a Turquía con una impresionante remontada de las de Lucas Mondelo (64-62).
La WÑBA luchará por las medallas tras protagonizar una espectacular escalada en el marcador en los últimos cuatro minutos, desde el 52-60, que no frenó, siquiera, la canasta de Lara Sanders a 4 segundos del final, tras una inoportuna pérdida de Alba Torrens.
Con esta victoria, España se asegura ya su mejor clasificación olímpica tras el quinto puesto en Barcelona 1992 y el sexto en Atenas 2004.
El piragüismo es de oro. Marcus Cooper Walz es el hombre del día. Fue en el club náutico de esta localidad del sur mallorquín, cercana a la turística Cala D'Or, donde Marcus se matriculó a los 12 años en un cursillo de verano de piragüismo. "Empezó a gustarme y empezaron a llegar los resultados", dice. De ese entorno al oro de los JJOO, un camino duro que Marcus ha cerrado en Río de Janeiro.
Buena pinta tiene el momento que atraviesa Carolin Marín en badminton. Doble campeona de Europa y del mundo, se clasificó para las semifinales de Río después de barrer a la surcoreana Sung Ji Hyun por un contundente 21-12 y 21-16 en un partido que se prolongó 45 minutos.
Marín, que este martes hace justo un año que logró su segundo título mundial en Yakarta, doblegó a su rival con una exhibición de fuerza y precisión en el pabellón 4 de Ríocentro y espera rival para las seminales que tendrá que disputar dentro de dos días.
Por otra parte, la selección española femenina de balonmano no podrá revalidar la medalla de bronce que logró hace cuatro años en Londres, tras caer hoy por 26-27 en la prórroga ante Francia, en un encuentro de cuartos de final en el que las numerosas exclusiones con las que fue castigado el equipo español arruinaron el excelente primer tiempo de las "guerreras".
Una primera parte, en la que España comandada por una sensacional Silvia Navarro, que cerró los primeros 30 minutos con un espectacular 55 por ciento de paradas, pasó por encima al conjunto francés al que dejó en tan sólo cinco goles (12-5).
Renta que animó a las colegiadas rusas Alpaidze y Berezkina a castigar con una exclusión tras otra, además de una tarjeta roja directa a Eli Chávez, cada intento de defensa del equipo español, que privado de la más mínima posibilidad de defender su portería se vio abocado a la prórroga (23-23). Al final, pasó Francia.
Y el otro bajón para España llegó en el waterpolo masculino. Se volvió a topar con el muro de los cuartos y con la todopoderosa Serbia, ante la que cayó por 10-7 y se quedó sin el ansiado pase a semifinales de unos Juegos Olímpicos, algo que no logra desde Sydney 2000.
El equipo de Gabi Hernández llegaba a la cita con magníficas sensaciones tras una primera fase en la que rayó a gran nivel. La campeona mundial, Serbia, por contra, había marchado de forma más que discreta.