Tokio quiere recortar en 8.486 millones de euros los costes para los JJOO
El comité organizador de Tokio 2020 propuso hoy recortar en un billón de yenes (8.486 millones de euros) los costes para la organización del evento olímpico, lo que dejaría la cifra final en dos billones de yenes (unos 16.980 millones de euros).El nuevo techo de gasto que han puesto sobre la mesa los organizadores va más allá en los esfuerzos de ajuste presupuestario impulsados por la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, quien fijó un tope de 3 billones de yenes (25.456 millones de euros) para las olimpiadas.
El comité organizador, el Gobierno del Área Metropolitana de Tokio, el Ejecutivo central y el Comité Olímpico Internacional (COI) discuten actualmente esta cifra y tienen previsto presentar un borrador presupuestario el próximo día 29, señalaron fuentes gubernamentales de la capital a la agencia local Kyodo.
Las cuatro partes implicadas deberán optar por nuevas medidas para lograr el recorte presupuestario adicional, después de contemplar la modificación de varias de las sedes deportivas incluidas en el plan original para rebajar los costes.
"Estamos trabajando en la reducción de los costes totales con el objetivo de concluir (un borrador presupuestario) para finales de mes", señaló en un comunicado el comité organizador.
La primera estimación presupuestaria presentada en 2013 al COI por la candidatura tokiota para la organización de los Juegos ascendía a unos 730.000 millones de yenes (6.280 millones de euros).
No obstante, la cantidad real para la construcción de nuevas infraestructuras ascendería a 3 billones de yenes, según el informe realizado por un panel independiente por encargo de la gobernadora de Tokio.
Este incremento se debería a los costes de construcción, seguridad y mantenimiento de las instalaciones, a partir del cálculo realizado por los expertos, que también propusieron medidas para impedir que el presupuesto se siga disparando.
Entre ellas, sugirieron reutilizar algunas instalaciones deportivas ya existentes en Tokio y en las afueras de la capital en lugar de construir nuevas sedes.