Estados Unidos e Irán, unidos por el snowboard
Los Juegos Paralímpicos de PyeongChang dejaron este viernes una de las imágenes más simbólicas de los valores que representa el deporte con la fotografía que se hicieron la iraní Sedighez Rouzbeh y cuatro riders estadounidenses en una instantánea muy alejada de la que ofrecen sus respectivos gobiernos.Las tensas relaciones políticas y diplomáticas que existen entre los máximos dirigentes de Estados Unidos e Irán son en ocasiones ajenas por completo al mundo del deporte y a la vida que, en el día a día, se desarrolla entre ciudadanos de ambos países en cualquier parte del mundo.
La iraní Sedighez Rouzbeh, que finalizó última en la prueba de snowboard eslalon en los Juegos Paralímpicos de PyeongChang, a más de dos minutos de la ganadora, salió sonriendo de la zona de competición de las pistas de Jeonseong.
Allí se encontró con cuatro de las cinco representantes del equipo paralímpico estadounidense, entre ellas Brittani Coury y Arlene Cohen, sus rivales en la misma prueba de su categoría de discapacidad física.
Las cinco deportistas estuvieron charlando de manera distendida y, antes de despedirse, se hicieron varias fotos con una sonrisa en la cara ante la cámara de un representante de la delegación iraní.
El deporte dejó también en 1998 otra imagen para la historia entre Estados Unidos e Irán. Ese año, en el Mundial de fútbol de Francia, antes del partido los jugadores iraníes entregaron ramos de rosas a sus rivales, quienes respondieron con un banderín conmemorativo del partido. Después, los veintidós futbolistas se fotografiaron abrazados y mezclados entre sí.