Enrique Plantey, entre la Magistratura, el Derecho y el esquí
David RamiroJeonseong (Corea del Sur), 17 mar .- El esquiador argentino Enrique Plantey, seguidor de River Plate, ha dejado por un tiempo su trabajo en el Consejo de la Magistratura de Buenos Aires y sus estudios de Derecho para disputar en PyeongChang sus segundos Juegos Paralímpicos.
La vida de Enrique Plantey cambió a los once años. Viajaba en coche con su padre y su hermano Nicolás por Neuquén y por el carril de enfrente pasaron unos conocidos. Frenaron, bajaron a saludar y a una camioneta que pasaba por ahí se le abrió el capó. El conductor perdió la visibilidad y embistió a los tres. El padre y el hermano murieron y Enrique sufrió una lesión medular que le mantiene desde entonces en silla de ruedas.
"Estoy desde hace veinticinco años en silla de ruedas. Fue una cosa del destino. Fue duro en su momento, pero me tocó la mejor parte. Mi familia le metió mucha garra y mucha onda y salimos pronto adelante", confesó a EFE Plantey.
Con el tiempo se le presentó a Enrique la posibilidad de esquiar en San Martín de los Andes. "Fue a los catorce o quince años con un amigo de vacaciones. Encontré una silla para esquiar y la probé. Estuvo muy bien y cuando terminé de esquiar me dieron la posibilidad de comprarla", relató.
Con la silla fue teniendo independencia hasta que en Estados Unidos vio a gente compitiendo. "En Aspen, con el programa 'Work and travel', vi a gente que competía en esto y empecé a prepararme. Así llegué a mis primeros Juegos y después a estos", explicó.
En Sochi participó en la modalidad de eslalon gigante y en PyeongChang ha aumentado el número de pruebas, aunque en alguna de ellas no pudo finalizar la carrera.
"Tengo una preparación muy firme y estoy esquiando muy bien, pero no puedo finalizar las carreras. Aún así estoy enamorado de la montaña, de la velocidad y de la sensación de independencia", señaló.
Entre el público siempre le espera Triana, su novia, inconfundible con los colores de la bandera argentina pintados en su rostro y la cámara de fotos en la mano.
Sus entrenamientos los ha financiado el CENARD (Centro de Alto Rendimiento Deportivo). "Hemos tenido tres meses de entrenamiento en Argentina y otros tres en Europa, todo financiado por el CENARD. El centro financia deportistas de alto rendimiento y una vez que consigues el nivel te dan beca y te pagan entrenador", declaró.
Enrique Plantey trabaja en Buenos Aires en el Consejo de la Magistratura, en la rama del Derecho. También sigue estudiando en la universidad. Es la otra vida diferente a la del esquí.
"Cuando me fui a estudiar, hace mucho tiempo, tuve que colgar la carrera por varias cosas. Por el esquí, que es lo que más me lleva tiempo, y también porque me fui a dar la vuelta al mundo con unos amigos. Con silla o sin silla da igual. Una vez que te adaptas al mundo y no pretendes que el mundo se adapte a ti en cada cosa es más fácil cambiar el chip", reconoció.
Por trabajar en el Consejo de la Magistratura, que es un ente nacional, cuenta unas licencias especiales para la actividad deportiva por representar al país.
Su mejor resultado en PyeongChang ha sido un undécimo puesto en eslalon. "Contento no estoy, no ha salido como esperaba. Aún así he disfrutado de las bajadas. No me preocupan los resultados, pero sí sentirme cómodo y terminar las carreras a mi nivel",aseguró.
A sus 35 años, Enrique Plantey no quiere pensar de momento en Pekín 2022. Cuatro años son muchos y los retos que se le presentan numerosos.
"El deporte de alto rendimiento no es jugar con tus amigos los sábados. Estás todo el día a tope pensando en el deporte. Estoy disfrutando y hoy por hoy no sé qué pasará en el futuro", concluyó.