La seguridad en los Juegos Olímpicos de París se ve superada: robos, largas colas y tramos de tiempo sin internet
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La seguridad se ha visto sobrepasada este viernes
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Multitud de personas hacen cola a la espera de pasar para ver la ceremonia
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La organización de los Juegos Olímpicos de París está quedando en entredicho en apenas tres días de que arrancaran los eventos. Una ciudad que es por tercera vez la elegida como organizadora de la cita olímpica. Si bien los episodios de robos que han sufrido varios equipos que representan a diversos países participantes, el día de la ceremonia está siendo todavía más reseñable. Desde las largas colas de espera hasta compañeros de los medios de comunicación que se ven incapacitados para trabajar por los tramos que se quedan sin red. Una serie de problemas que están siendo la tónica dominante este viernes, que es tan especial para la cita.
La seguridad ha sido criticada desde el miércoles
Se espera que haya cerca de 400.000 personas en el recinto durante la disputa de la ceremonia de Inauguración. Un día en el que París ha sufrido un acto 'masivo' organizado en varios de los tramos de trenes de Alta Velocidad. Un contratiempo que no solo ha sufrido los aficionados que tenían pensado vivir este día tan especial, sino también el resto de habitantes del país que utilizan ese medio de transporte.
Un suceso que ha tenido lugar en la mañana de este viernes y que en la tarde ha llegado a un punto crucial la seguridad. El temor a un acto terrorista ha llevado a que, con el objetivo de velar por la Ceremonia de Inauguración, las fuerzas y cuerpos de Seguridad franceses no han dudado en utilizar barridos que han dejado a varios compañeros de los medios sin forma de contactar por internet.
Una situación que, unida a las largas colas de aficionados que esperan poder ver el arranque del acto. La ceremonia de Inauguración que dará comienzo de forma oficial a los Juegos Olímpicos de París. Algo que lleva a que pueda ser un momento incómodo para la organización y la propia seguridad. Especialmente si se tiene en cuenta las dificultades que puede entrañar el poder controlar tanta gente haciendo largas colas a la espera de su entrada al estadio.