La Policía electrocuta y detiene al entrenador francés de piragüismo por mear en la calle y agresión
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Guillaume Berge fue detenido en la fiesta de celebración del oro de su pupilo
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Nicolas Gestin, campeón olímpico en C1 eslalon
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Uno de los oros más celebrados por el público francés en estos Juegos Olímpicos de París 2024 llegó con la victoria de Nicolas Gestin en el C1 de piragüismo eslalon en el que Miquel Travé rozó la medalla. Una victoria que conllevó una fiesta de su equipo que acabó con Guillaume Berge, entrenador del equipo nacional, detenido y electrocutado por la Policía después de montar un escándalo en las calles parisinas.
Según cuenta Le Parisien, Berge fue detenido sobre las 03:00h. de la madrugada cuando le cazaron orinando en plena calle. Al retenerle inicialmente, el expiragüista intentó huir llevándose por delante a uno de los policías, tirándole al suelo y propinándole un puñetazo en la cara.
Otros dos agentes también fueron golpeados cuando intentaron frenarle, lo que les llevó a usar sus pistolas táser para controlar a Guillaume Berge, de "gran poderío físico" tal y como se refleja en la explicación oficial. Al tercer disparo consiguieron amarrar al entrenador, que se encuentra "bajo custodia policial desde anoche por rebelión y violencia contra agentes de policía".
La hazaña de Nicolas Gestin previa a la detención de Berge por la Policía
Un descenso meteórico, casi salvaje, de Nicolas Gestin provocó el delirio de los aficionados que llenaron la instalación del estadio náutico de Vaires-sur-marne para ver coronarse como nuevo campeón de C1 de piragüismo eslalon a uno de los 'pupilos' de Tony Estanguet, el actual presidente del Comité Organizador de París 2024.
Gestin, que tiene en su palmarés, entre otros logros, tres oros en los Mundiales de Bratislava 2021 y de Londres 2023 (dos por equipos y uno individual), protagonizó una actuación estelar este lunes.
Inspirado por el tricampeón olímpico Estanguet, primero se impuso en la semifinal con un crono de 93.12 por delante del español Miquel Travé (96.69) y en la final soportó la presión para completar un descenso pleno de precisión y potencia ante el clamor del público para ganar con 91.36 y nada menos que 5.48 de ventaja sobre el británico Adam Burgess (96.84). El eslovaco Matej Benus completó el podio con 97.03.
Otro de los grandes ilustres como el alemán Sideris Tasiadis, bronce en Tokio, fue cuarto con 97.27 y el campeón olímpico y mundial, el esloveno Benjamin Savsek, concluyó undécimo con 144.93 tras saltarse una puerta. Travé finalizó en quinta posición después de una penalización de dos segundas tras tocar una de las puertas, sin la que hubiera finalizado segundo.
