Armand Duplantis vuelve a volar en París 2024: nuevo récord de pértiga (6,25) y una celebración icónica

Los Juegos Olímpicos de París 2024 están dejando imágenes brillantes, prueba de ello es la que dejó este lunes el sueco Armand Duplantis. Frente a casi 80.000 personas y ya con el oro asegurado, el saltador escribió historia en el atletismo mundial. El deportista realizó un salto de 6,10 metros, estableciendo así el Récord Olímpico. En cambio, no se conformó con ello y decidió romper su propia marca con un salto de 6,25m.

Las celebraciones tras batir el récord en salto de pértiga no se hicieron esperar. Duplantis salió entre aplausos del estadio como el mejor saltador con pértiga de todos los tiempo. En medio de la euforia, su festejo recordó a la del tirador turco Yusuf Dikec, en esta misma edición, donde el turco celebró con entusiasmo similar su triunfo.

El atleta sueco imitó el estilo de Dikec, saltando, abrazando a sus familiares y  simulando que disparaba con su dedo, creando una imagen que será recordada durante mucho tiempo. La icónica celebración, como la del tirador, dejó reflejada el espíritu y la emoción de esta gran cita olímpica.

El tirador turco se ganó el corazón de los fanáticos y no solo por su precisión, sino también por la modestia con la que desempeñó su papel. Lo que más llamó la atención fue su forma de competir: sin protección y con una mano en el bolsillo.

Armand Duplantis hace historia en los Juegos Olímpicos de París

El atleta sueco dejó una nueva marca olímpica y mundial en 6,25 metros en su tercer intento y bajo la mirada de miles de personas en Stade de France. Duplantis ya tenía el oro asegurado tras superar los 6 metros de altura, pero no fue suficiente para él, el saltador quería más.

Con la victoria asegurada, al inicio saltó 6,10 metros para luego intentar romper el récord mundial. Al llegar a los 6,25 metros, un centímetro por encima de su propio registro, derribó el listón en su primer intento, pero lo superó en el tercer intento. Un hecho que desató la euforia en el estadio de Saint Denis y logró su segundo oro olímpico. El salto ha dejado huella en la historia de los Juegos.