Los motivos del fiasco de España en el medallero olímpico
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España cierra los Juegos de París 2024 con 18 medallas, una más que en Tokio y Río pero muchas decepciones
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Alexia Putellas se lamenta y explica lo de Mariona Caldentey en el penalti fallado: "No ha servido"
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Ana Peleteiro se queda lejos de la medalla en la final de triple salto
España ha cerrado los JJOO de París 2024 con 18 medallas, una por encima de Río y Tokio. Se trata sí que una cifra habitual para la delegación española pero muy alejada de las previsiones previas basadas en los resultados obtenidos por los diferentes atletas y equipos españoles durante el ciclo olímpico. Algunas de estas apuntaban incluso a la posibilidad de conseguir 30. Como se suele decir en estos casos, no hay un único culpable o un único motivo.
Algunos atletas, de los que se esperaba más, han fallado en momentos puntuales, se han producido lesiones que han mermado rendimientos o, directamente como en el caso de Carolina Marín, han sacado de la ecuación a deportistas punteros, y hay deportes en los que España o bien ha dejado de ser competitiva, o bien no lo ha sido nunca. Y, no lo podemos olvidar, en la mayoría de las naciones de nuestro entorno se invierte más a nivel público y privado en el deporte olímpico. Estamos aún demasiado lejos en el medallero de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y incluso Países Bajos. Analicemos en cualquier caso por deportes centrándonos en los que más preseas reparten.
Natación: Es un claro ejemplo de nuestra falta de competitividad. Las 35 pruebas celebradas en La Defense han repartido 105 medallas y España no se ha quedado ninguna de ellas. Pero es que ni siquiera ha estado cerca. La única opción real de conseguir alguna era la de Hugo González, que ha cosechado dos sextos puestos. Todas las esperanzas del equipo español pasaban por un sólo deportista y así es difícil que se puedan romper determinados techos. El nuestro es un país de piscinas y hay pocas explicaciones razonables que se le puedan dar al público en general acerca de nuestra inoperancia en este deporte.
Ciclismo: 66 medallas en juego entre la carretera, la pista y otras modalidades como el freestyle, el rácing o la montaña. Atrás quedaron los tiempos de Induráin, Olano y hasta de José Manuel Moreno porque directamente no somos competitivos. Cierto es que la pista ha estado cerca de darnos un par de alegrías pero tampoco estábamos desde el inicio entre los máximos candidatos a medalla. España también es un país de bicis y tampoco podemos pedir que salga un Pogaçar por generación espontánea, pero en este deporte hay que rascar algo más.
Lucha: Aquí está otra de las madres del cordero. Entre grecorromana y libre se reparten 72 medallas y España ni siquiera ha tenido luchadores en liza. Estas federaciones llevan ayudas económicas y no clasifican atletas para los juegos. Si bien es cierto que se trata de deportes con poco calado en nuestro país, necesitamos empezar a generar competidores que participen.
Gimnasia: Uno de los deportes troncales de los JJOO y que cuenta con miles de practicante en España. Otro cero. Se repartían 54 medallas entre todas sus variantes. El equipo de rítmica llegaba con algunas opciones y la cosa salió mal pero, aparte de Ray Zapata, nadie llegó siquiera a ilusionarnos. Hemos ido involucionando en estas disciplinas.
Esgrima: Lucía Martín Portugués es quizás un ejemplo más claro de falta de acierto a nivel individual, como otros muchos en otras disciplinas, pero el caso es que la esgrima reparte 36 medallas y ella era la única opción potente que teníamos antes de los juegos.
Halterofilia: Un caso similar al de la lucha. Directamente ni estamos. Atrás quedaron los tiempos de Lydia Valentín. 30 medallas a las que no aspirábamos por incomparecencia clasificatoria.
Remo: Deporte de tradición en España que tampoco nos ha dado nada. Es cierto que no hemos estado tan lejos de las medallas en algunos casos, como en el de Canalejo y García, que han estado muy bien, pero hay que pedirle mucho más a esta disciplina olímpica.
Esgrima: Lucía Martín Portugués es quizás un ejemplo más claro de falta de acierto a nivel individual, como otros muchos en otras disciplinas, pero el caso es que la esgrima reparte 36 medallas y ella era la única opción potente que teníamos antes de los juegos.
Derrotas sonadas
Una vez visto el caso de los deportes grandes que no funcionan, toca también repasar aquellos que no lograron premio de una forma u otra. Sacaron una gran nota o al menos buena nota Carolina Marín, las selecciones de hockey hierba, especialmente la masculina, la mayoría de los competidores de piragüismo, Xammar y Brugman en vela, Rafa Lozano, numerosos atletas como Llopis y Yulennis y las dos selecciones de baloncesto a pesar de no conseguir metal, pero hubo demasiados casos por debajo del nivel.
Adriana Cerezo: Derrotada en 1/4 de final sin paliativos y sin posibilidad de repesca. Era una de las estrellas de la delegación española y su medalla se daba por segura. Tras la plata de Tokio se esperaba mucho más.
Selección femenina de balonmano: Un desastre. El peor equipo español de los que participaron en los JJOO. La derrota con Brasil de la primera jornada ya denotó que el equipo no estaba bien y el pleno de derrotas urge a que se tomen decisiones.
Selección masculina de waterpolo: Llegaron como uno de los favoritos después de haberlo ganado casi todo en el ciclo y esa se sensación se acrecentó después de hacer una fase de grupos extraordinaria. Su deporte está muy igualado y se cruzó una gran Croacia en el camino. Es una decepción pero no preocupa.
Selección femenina de fútbol: Parece que se ha roto algo. No han jugado bien en todo el torneo y lo hicieron aún peor en las rondas decisivas. Ya pudieron caer en cuartos. Se le ha escapado una gran oportunidad a una generación posiblemente irrepetible.
Ana Peleteiro y Fátima Gálvez: Ambas estuvieron en sus finales y de ellas se esperaba que las competiesen mejor. En el caso concreto de la saltadora no estaba por lesión Yulimar Rojas, su gran rival, pero no tuvo un buen día. La cordobesa se cayó de la opción de conquistar un metal en los primeros diez platos.
Me parece un poco injusto que se hable de derrotas cuando son atletas de élite, es decir los mejores de los mejores, que han hecho lo que han podido. Y lo que me parece aún peor que ni siquiera se mencione en este artículo a Rafa Nadal y Carlos Alcaraz, porque según el articulo tmbien han sido derrotados no? o son medidos con otra vara?
El redactor del artículo tampoco estuvo muy afortunado y, además, sin contrincante. Repitió el apartado de esgrima y eso denota falta de concentración o supervisión.
Estoy alucinando del vergonzoso comentario de este periodista y del analisis de nuestros deportistas que nos han representado en estos juegos. No contáis que en enfrente hay también unos atletas que también han preparado sus disciplinas para poder llevarse medallas y que se puede tener un día malo o no tener suerte y dar al traste todo el esfuerzo .Yo me siento orgulloso de nuestros representantes y por llegar a unas olimpiadas y mi repulsa a este comentario y análisis sin tener conocimiento.