Simeone sorprendió con un esquema revolucionario... y rectificó en el segundo tiempo
No suele ser Diego Pablo Simeone un hombre que varíe mucho sus esquemas. El técnico del Atlético de Madrid aterrizó en el Manzanares con un 4-2-3-1 en sus inicios, pero pronto cambió a un 4-4-2 que acabó siendo casi intocable en los planes del argentino. En momentos puntuales se ha mostrado moldeable a sus jugadores, pero en Butarque, ante el CD Leganés, sorprendió con un esquema que muy pocas veces se ha visto en el Metropolitano.
Todo ello, marcado especialmente por la baja de Renan Lodi. El brasileño fue expulsado en el día de su debut y Simeone apostó por Mario Hermoso. A priori, el español jugaría como lateral zurdo en el tradicional 4-4-2, pero finalmente apostó por una defensa de tres centrales y un 5-3-2 con muchas fichas fuera de su sitio habitual.
Giménez se colocó en el eje de la zaga, acompañado por Stefan Savic a su derecha y Mario Hermoso a la izquierda. Kieran Trippier fue el carrilero diestro y por la izquierda se colocó Saúl Ñíguez, abandonando su puesto tradicional en el centro del campo.
En la medular, Thomas Partey fue el ancla y a sus lados estuvieron Koke Resurrección y Thomas Lemar, sacando la pelota desde atrás y llegando a zonas de ataque. Especialmente participativo se vio al capitán del Atlético de Madrid, muy protagonista con el balón desde el primer minuto. Y arriba, por lo tanto, Joao Félix y Álvaro Morata formando pareja de ataque.
Mario Hermoso, el primer cambio de Simeone
Eso sí, este esquema duró poco más que 45 minutos. El Atlético de Madrid salió en la segunda parte dando un paso atrás a pesar del 0-0 y sufrió varias llegadas peligrosas por parte del CD Leganés. En esta situación, Simeone acabó moviendo filas y sacó del campo a Mario Hermoso para dar entrada a Vitolo. El Cholo pasó al clásico 4-4-2 con Saúl como lateral izquierdo.