Impactante accidente en la Súper Fórmula: chocan contra el muro y uno de los pilotos sufre una conmoción cerebral

Con la piel de gallina. Así se queda uno al ver uno de los accidente más impactantes de las últimas semanas. Sucedió este sábado, en el trazado japonés de Suzuka. La carrera en cuestión corresponde a la Súper Fórmula y que, por suerte, solo provocó que uno de los pilotos implicados terminase en el hospital con una conmoción cerebral. Un mal que, viendo la gravedad del accidente, puede considerarse como un milagro.

Hablamos de dos pilotos japoneses. Uno que está en el equipo TOM, Ukyo Sasahara. Él fue quien de inmediato puso rumbo al hospital tras el accidente que se produjo en la cuarta vuelta de la carrera. El desencadenante fue el toque con el monoplaza de Hiroki Otsu, del equipo Nakajima Racing. En las imágenes difundidas en redes sociales, se ve cómo ambos coches se estrellaron en el muro. Por suerte, la zona estaba bien protegida con una especie de air-fance, que tiene el objetivo de absorber los golpes. Obviamente, la carrera se detuvo al momento y no se reanudó.

Los coches quedaron destrozados en la Súper Fórmula

Las imágenes del coche de Sasahara son espeluznantes. Y es que el vehículo quedó partido por la mitad al chocar contra la valla protectora. En dichas imágenes se ve cómo el monoplaza se partió por la mitad y la parte delantera voló hasta el otro lado del muro. La realidad es que es un auténtico milagro que los dos pilotos puedan estar en un futuro pilotando de nuevo sus respectivos coches.

Es más, tal y como comentan desde Japón, Sasahara pasará la noche en el hospital únicamente como medida de precaución, e incluso podría regresar al circuito el domingo para seguir con la competición.

Otsu, el otro piloto implicado, hablaba tras el incidente. "En las primeras vueltas adelanté a varios coches y parecía que tenía ritmo para llegar todavía más lejos si seguía así, pero mientras utilizaba el sistema de adelantamiento me puse rueda a rueda con el coche de Sasahara, nos tocamos y chocamos", confesaba el japonés.