Newey reacciona y da marcha atrás
Los problemas de refrigeración del RB10 apenas permitieron rodar a Sebastian Vettel y Daniel Ricciardo en los primeros test de Jerez, en los que la escudería austriaca presentó su nuevo monoplaza para 2014. Tras el 'desastre' inicial, Newey trabaja a marchas forzadas en el rediseño de una nueva parte trasera.
El motor no tiene la culpa. En un principio Red Bull achacó sus problemas en Jerez a la adaptación del nuevo motor V6 Turbo que le suministra Renault, al igual que hace con otras escuderías como Caterham que en cambio sí pudo completar su programa previsto.
Así, en el seno de la marca austriaca han llegado a la conclusión que el problema radica de la parte trasera del RB10, donde la ubicación del sistema eléctrico del KERS causa un inviable sobrecalentamiento. Y eso que en Jerez apenas se superaron los 15 grados de temperatura, una barrera muy inferior a la que habrá en las cuatro primeras carreras en Australia, Malasia, Bahrein y China.
Así, Adrian Newey trabaja estos días en el rediseño de la parte trasera del Red Bull, con el objetivo de encontrar una solución rápida para poder rodar en los siguientes test de Bahrein (del 19 al 22 de febrero). En todo caso, este será un 'parche' temporal ya que el diseñador no quiere renunciar a su idea inicial. En ese sentido, todo hace indicar que Red Bull presentará la revisión del diseño original del RB10 en la primera carrera de Europa en Barcelona, el 11 de mayo. Hasta entonces la escudería austriaca intentará limitar los daños.