Aston Martin reserva sus mejores cartas para la segunda mitad de temporada
Recogían los bártulos en el ‘paddock’ de Mónaco y en los alrededores del imponente ‘hospitality’ de Aston Martin se escuchaba que el AMR23 de Alonso va demasiado bien a estas alturas de la temporada, con cinco podios en seis carreras y un segundo puesto en el GP de Mónaco. Los resultados sobrepasan todas las estimaciones que había en la escudería de Silverstone, que aun así no ha variado su plan de desarrollos: llegarán mejoras, y ambiciosas, pero hacia la segunda mitad de la temporada. No preocupa que Mercedes o Ferrari se escapen: lo que gasten ahora no lo tendrán más adelante en un escenario de techo presupuestario. Si Fernando no puede luchar ahora de tú a tú contra el Red Bull de Verstappen y Checo, existe la convicción de que se acercará en la fase final de este 2023. Para 2024, las ambiciones son aún mayores.
El equipo de ingenieros liderado por Dan Fallows esperaba en invierno que el Aston Martin fuera el cuarto coche de la parrilla. Pero la inconsistencia manifiesta de Ferrari, fuertes a una vuelta y flojos en carrera; y los problemas de un Mercedes sin rumbo (a Montecarlo llevaron un paquete que da la vuelta al concepto aerodinámico) les ha dado aire. Aunque quizás todo sea un espejismo y el factor diferencial es Alonso: Stroll marcha 8º en el Mundial con 27 puntos por los 93 del español. Tampoco ha tenido suerte el canadiense en momentos clave de los últimos fines de semana.
Una decisión estratégica difícil
En Mónaco, Aston Martin ensalza el fin de semana de Fernando. “Fantástico, todo bajo control cuando había que tomar riesgos enormes. Una actuación muy, muy fuerte durante todo el fin de semana”, dice Mike Krack, ‘team principal’. Y eso que por primera vez se apreciaron lagunas en el box, porque la estrategia no fue óptima cuando Alonso pasó dos veces por el garaje en vueltas consecutivas para montar gomas medias y luego ruedas de lluvia. ¿Error del equipo? ¿Decisión ilógica? No es eso lo que opinan ni el piloto ni los estrategas y dirigentes.
“No fue caótico ni faltó comunicación. Pudimos hacerlo mejor con la información meteorológica, pensábamos que no iba a llover así que nos sorprendió la intensidad. No esperábamos tanta lluvia, creíamos que sería poco y que la pista se secaría rápido. Normalmente aguantas dos o tres vueltas, pero las gomas se estaban enfriando mucho y había riesgos. Con esta información, paramos a por neumáticos medios, pero en cuanto el coche salió del ‘pit-lane’ vimos que llovía mucho y hubo que volver. Fernando estuvo de acuerdo en las dos decisiones”, dice Krack, en la línea de las palabras del asturiano tras la carrera.
“Revisaremos si debimos hacer algo diferente. Estas decisiones se toman en muy poco tiempo sin la misma información común, depende de en qué zona de la pista está tu circuito. Y una vez tomas la decisión debes comprometerte. No debemos ser duros, venimos a hacerlo mejor que el año pasado. Lo conseguimos. Pero el Red Bull fue demasiado rápido para nosotros. Llegará la ocasión en la que Red Bull tenga problemas, la temporada es larga. Habrá una oportunidad y tenemos que estar ahí, al cien por cien. Faltó un Red Bull y somos segundos”, defiende el ingeniero luxemburgués, que espera un fin de semana similar en el GP de España: “No hay razones para pensar que irá mal. Ferrari será muy fuerte en Barcelona, veremos las mejoras de los demás. Haremos nuestros deberes y deberíamos ser competitivos”. Montmeló es habitual escenario de evoluciones y paquetes aerodinámicos. Otros los tendrán, pero Aston Martin no se deja llevar por la euforia. El plan sigue su curso.