Junio de 2025. Esa es la fecha que tanto Fernando Alonso como Aston Martin tienen marcado en rojo en su calendario. Los nuevos monoplazas de la F1 echarán a rodar esta semana en los únicos test y entonces podremos empezar a hacernos una idea de dónde está cada equipo. Fernando Alonso ya ha pedido paciencia para las primeras carreras y hay un motivo: un as bajo la manga que no podrán usar hasta pasado el GP de España.
Hay ilusión y dudas a partes iguales en lo que a Aston Martin se refiere. Tras un gran 2023 y un mal 2024, 2025 se presenta como un año de transición antes de la llegada de la nueva reglamentación con un coche, el AMR25, al que Adrian Newey todavía no ha podido meter mano.
Junio de 2025 será clave para todos los equipos pero para Aston Martin, aún más. Una vez acabe el GP de España, la FIA volverá a revisar la norma de cómo flexan los alerones delanteros y traseros de los monoplazas. El tema de los alerones es tan importante que podría haber sido la clave del resurgir de Mclaren en 2024, algo que llamó poderosamente la atención de los equipos y de la propia FIA, de ahí que en junio vuelvan a revisar la reglamentación sobre la flexibilidad. Todas las escuderías deberán adaptarse a la nueva norma, con lo que habrá ganadores y perdedores. Pero AM podrá contar entonces con Adrian Newey (permanece en periodo de gardening hasta este mes de marzo), el gran gurú aerodinámico de la era moderna de la Fórmula 1.
Una vez parece resuelto el problema de lo difícil que era de conducir el AMR24 y sin son capaces de acabar con el problema de la alta degradación en esas primeras nueve carreras de la temporada, a partir de junio Aston Martin podría tener un coche con el que soñar si Adrian Newey consigue dar con la clave de tener los alerones que mejor rendimiento den de toda la parrilla.