La curiosa imagen en el GP de Australia: dos ocas obligan a parar un entrenamiento
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Los animales hicieron acto de presencia con los pilotos de Moto2 en pista.
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Es una tónica común durante los últimos años.
El Circuito de Phillip Island, en Australia, siempre ha sido muy especial. Su trazado es sinónimo de espectáculo y está entre los favoritos de muchos pilotos del Mundial de MotoGP. Por su peculiar forma, por dónde se encuentra ubicado o por la gran cantidad de fauna local que hace presencia cada vez que se corre ahí. Porque si hay una cosa característica de Phillip Island, es cómo cohabitan durante unos días los animales y las motos. Desde una oca hasta un wallaby -una especie de canguros- se hacen aficionados a MotoGP y buscan cualquier hueco para hacer acto de presencia en el circuito.
Es muy habitual ver a la naturaleza hacer acto de presencia en las sesiones de entrenamiento o incluso en las carreras. En este fin de semana han sido las ocas quienes han decido ver en primera persona cómo los pilotos de Moto2 encaraban la segunda sesión del día. Un paseo que ha consistido en atravesar la pista y que ha tenido el efecto colateral de una bandera roja. Dirección de Carrera siempre ha sido muy clara en estos casos, y por seguridad para animales y pilotos, la decisión es la de detener la sesión.
De oca a oca y bandera roja 🔴
Las ocas han salido a dar un paseo por el trazado de Phillip Island y se ha tenido que detener la práctica 2 👀🪿#AustralianGP 🇦🇺 #MotoGP 🏁 pic.twitter.com/9Qh5FYxA2H
— DAZN España (@DAZN_ES) October 20, 2023
MotoGP cohabita con los animales australianos
Pero si este año hablamos de ocas, el curso pasado el protagonista fue un wallaby. Aleix Espargaró estuvo muy cerca de llevarse al animal a casi 200 kilómetros por hora. Una situación que, de haber existido impacto, hubiera sido catastrófica para ambas partes. "Es inaceptable, era muy peligroso. Vamos a ver si pueden mejorar la seguridad. Si llego a pillar al wallby, yendo a 220 km/h, el accidente hubiese sido grande", explicaba el propio Espargaró en 2022.
La seguridad del circuito debe poner unos límites para que los animales locales no entren en el circuito y, sobre todo, no se metan en la pista. En años pasados siempre ha ocurrido, entre los que destacan el famoso momento de Jorge Lorenzo en 2013 con una gaviota adherida en el carenado. Ora gaviota que golpeó a Marco Bezzecchi en 2018 o más animales -sobre todo canguros- cruzando la pista en 2019.