Marc Márquez ya sabe cuál es el punto débil de su Gresini: no corre en recta
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El catalán ha terminado cuarto en Qatar
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La recta de Losail, una odisea para él
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Por delante solo están Bagnaia, Binder y Martín
Todo el mundo esperaba ver la acción real en pista para valorar hasta dónde puede llegar Marc Márquez con Gresini. Y lo visto en el Gran Premio de Qatar es bastante revelador. Las diferencias entre la Ducati del 2023 y la Ducati del 2024 han quedado aclaradas en el primer fin de semana del año en MotoGP. Aún así, la lectura general de Márquez debe ser muy positiva: en la sprint, el de Cervera terminó quinto; en la carrera, cuarto. Una regularidad de resultados que hacía tiempo que no tenía y que corrobora que estará en la lucha en todas las carreras.
Mientras Márquez siempre ha sido muy cauto en sus aspiraciones para este año, el resto del mundo colocaba al catalán en todas las pomadas. Incluso en la del título. Lo que queda claro es que las prestaciones de la Gresini son inferiores a las que tiene Pecco Bagnaia y Jorge Martín. Algo real, común y lógico. El italiano ha sido el amo y señor en Losail, mientras que el madrileño despuntó en la 'sprint' y este domingo solo ha podido ser tercero.
Marc Márquez y el punto débil de su moto
La cuarta posición de Marc Márquez se tiene que valorar como toca. Es un resultado más que positivo teniendo en cuenta todo el contexto: ha sido la primera carrera con Ducati, el de Qatar no es un circuito que históricamente le vaya bien y, con todo ello, ha quedado a tres segundos de Bagnaia. Sin embargo, el catalán ya es consciente de cuál es su punto débil. La larga recta de Qatar -la cuarta con más metros del calendario- ha sido un auténtico suplicio para él.
Pedro Acosta se 'merendó' a la Gresini del catalán en varias ocasiones; incluso Jorge Lorenzo, en DAZN, veía con claridad que la Ducati de Márquez perdía mucho en la recta. Todo lo que ganaba en otros puntos del circuito, lo perdía ahí. Aún así, Marc ha vencido a su compañero de equipo, un Álex Márquez que tiene un año de experiencia con la moto; y ha hecho lo propio con Enea Bastianini, que sí pilota una Ducati del 2024.