Álex y Marc Márquez, hermanos y enemigos en la lucha por el título de MotoGP

Álex y Marc Márquez están acaparando todos los focos en el inicio de la temporada en MotoGP. Si lo visto en Tailandia fue una tremenda sorpresa, ver que repetían la situación en Argentina encendió todas las alarmas. Y es que, que dos hermanos estén en el podio en la categoría reina era algo inaudito hasta la temporada pasada. Que uno ganase y otro terminase segundo, impensable hasta el primer Gran Premio de este curso. Pero ver a Álex y Marc luchando por el título... es algo que muchos sueñan con ganas. Pese a que el pequeño de los Márquez se ha desmarcado desde el primer momento, la realidad y los resultados hablan por sí mismo. Ahora todo son risas, felicidad e incluso se ayudan entre ellos, pero la situación podría cambiar en cualquier instante.

Cuando ambos se subieron al podio en Tailandia, la emoción que transmitía Marc Márquez era enorme. Incluso tras la carrera, Marc rozó el llanto por el recuerdo tanto de su madre -ve las carreras desde Cervera- como de su abuelo -quien falleció el año pasado-. Y la emoción no era por ganar y empezar el 2025 de la mejor manera posible, era por compartir ese momento con su hermano Álex, quien había terminado la carrera en segunda posición.

"Para mi la familia siempre ha sido lo más importante. Con mi hermano se lo ha ganado él. No me emocionaría si no estuviera en el podio y sé lo que he trabajado así que TOP1, es una felicidad inmensa. No hay más en el motociclismo que MotoGP. Poder compartir aunque sea un solo fin de semana poder compartir primero y segunda posición con tu hermano en un fin de semana normal es una cosa... mi familia nunca ha pedido ninguna recompensa porque lo hacen por pasión pero seguramente están muy agradecidos. Sobre todo, por mis abuelos, mi abuelo que tanto lo seguía lo estará viendo desde el cielo", explicaba Márquez tras ganar el Gran Premio de Tailandia.

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De hermanos a... ¿enemigos?: la lucha de los Márquez

Más allá de lo sucedido en Argentina y Tailandia, ambos llegan a Austin con las ideas muy claras. Marc sabe que el trazado americano es otra prueba de fuego para él. Es consciente de lo bien que se le da y que, viendo la racha, todo lo que no sea estar delante sería una situación muy extraña. Las siete victorias que atesora Márquez en el trazado de COTA confirman que el catalán puede enlazar perfectamente tres victorias seguidas.

Pero Álex no se lo pondrá nada fácil. Su dinámica también es superlativa. Encadena dos segundas posiciones seguidas en Grandes Premios y, por lo tanto, está segundo en la clasificación general. Tarde o temprano tendrá las ganas y las posibilidades de ganar a su hermano, y hacerlo en un circuito que le trae tan buenos recuerdos podría ser como dar un puñetazo sobre la mesa. Siempre, eso sí, pensando en la batalla por el título.

Son hermanos. Se ayudan mutuamente. Lo hacen tanto en los entrenamientos en España como en los propios Grandes Premios. Pero cuando se montan en la moto pasan a ser enemigos y rivales. "¿Quieres que te haga juegos psicológicos?", le preguntaba Marc a Álex tras la carrera en Argentina. Y es que el pique va a estar siempre presente, de una forma u otra.