Los 10 equipos revelación de la historia de la Champions
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Este martes 13 de septiembre comienza la edición número 25 de la Champions League. Las 'bodas de plata' del torneo de clubes con más seguidores en todo el mundo; una oportunidad única para que algunos equipos se hagan un nombre en la historia.
Si miramos el palmarés de la antigua Copa de Europa, puede sorprender el hecho de ver campeones imprevistos como el Nottingham Forest, el Aston Villa, el Steaua o el Estrella Roja, pero bajo el nuevo formato de Champions League, la dificultad es aún mayor, con más de un participante de las ligas más potentes como la española, la inglesa o la italiana.
Estos han sido los equipos que más han sorprendido al Viejo Continente en los últimos 25 años.
Durante los primeros años del formato Champions, el Goteborg sueco se convirtió en un asiduo de la competición, alcanzando es más de una ocasión las rondas finales. Así fue en la primera edición, la 92/93, cuando los escandinavos se plantaron en las semifinales de la competición, que entonces se disputaba en dos grupos de cuatro equipos.
Sólo el Milan de Capello fue capaz de dejar en la cuneta al Goteborg, con una exhibición de Van Basten en San Siro en uno de los últimos grandes partidos del holandés. El 0-1 en Suecia del equipo 'rossonero' sentenció la clasificación milanista para la final. Para el recuerdo quedarán las victorias ante PSV y Oporto y el golazo de Nilsson frente al equipo holandés.
Los equipos franceses nunca han brillado excesivamente en la máxima competición europea, salvo el éxito aislado del Olympique de Marsella en la Champions de 1993. Por eso es más destacable aún la gesta del Nantes en 1996, cuando se colaron entre los cuatro mejores equipos del continente.
Vigentes campeones de la Ligue 1, las bajas de sus estrellas Loko y Karembeu no amilanó a los 'canarios' en su primera participación en el torneo. Con Alain Pedros o Claude Makelele en el centro del campo, los galos superaron a Oporto y Aalborg en la fase de grupos y al Spartak de Moscú en cuartos. La Juventus, campeona esa temporada, dejó fuera al equipo entrenado por Suaudeau haciendo válido en Francia el 2-0 conseguido en el Olímpico de Turín.
La Champions League de la 1998/99 será recordada por la remontada postrera del Manchester United al Bayern en la final del Camp Nou, pero si hubo un equipo y un jugador que maravillaron durante todo el torneo, esos son el Dinamo de Kiev de Lobanovsky y su joven estrella Andriy Shevchenko, capaces de eliminar al vigente campeón, el Real Madrid, en cuartos de final.
El delantero fue, junto a Dwight Yorke, el máximo goleador del torneo a sus 23 años. Su velocidad, potencia y olfato goleador le sirvieron para llegar al Milan, donde ganaría el Balón de Oro en 2004. Finalizaron primeros de un difícil grupo en el que estaban Lens, Arsenal y Panathinaikos, eliminaron al Real Madrid en la ronda de cuartos y cayeron finalmente por un global de 4-3 frente al Bayern en el último peldaño antes de la final.
En el cambio de siglo, la gran sensación de la Premier League fue el Leeds United, en la última etapa gloriosa del club de Elland Road. Con los australianos Harry Kewell y Mark Viduka, Rio Ferdinand en el eje de la zaga y el golpeo a balón parado del ex del Levante Ian Harte, los 'Peacocks' se plantaron en las semifinales de la edición de 2001.
Ya en la fase previa, con el Múnich 1860, el equipo tuvo una dura prueba. Después eliminaron a Barcelona y Besiktas en la primera ronda y a Lazio y Anderlecht en la segunda. El Deportivo no pudo remontar en cuartos el 3-0 de la ida de Elland Road, por lo que sólo el Valencia se entrometía entre los hombres de David O´Leary y la final de San Siro. Un empate en casa y un 3-0 en Mestalla dejaron a los ingleses con la miel en los labios.
La gran edición de las sorpresas fue la disputada en la temporada 2003/04, y para muestra la final: Oporto-Mónaco. Nadie contaba con que ninguno de los dos equipos estuviera presente en la final de Genselkirchen, donde se acabaría imponiendo el equipo portugués, entrenado por un semi desconocido José Mourinho, por 3-0 con goles de Carlos Alberto, Deco y Alenichev para lograr su segundo título.
Manchester United, Olympique de Lyon y Deportivo por parte de los portistas y Lokomotiv de Moscú, Real Madrid y Chelsea por los del Principado, fueron los equipos que se quedaron por el camino hacia la final. La base del equipo portugués, con los Deco, Costinha, Maniche, Carvalho o Paulo Ferreira, fue clave en el subcampeonato portugués en la Eurocopa de ese verano. Por los franceses destacaba la dupla formada por Ludovic Giuly y Fernando Morientes.
Con la ampliación a cuatro equipos por país, fueron muchos los equipos españoles que pudieron acceder a la competición en el siglo XXI: Mallorca, Celta, Betis, Osasuna... aunque si nos tuvieramos que quedar con uno sería el Villarreal de Manuel Pellegrini, semifinalista en la temporada 2005/06. Once metros separaron al equipo amarillo de la final de París, los que separan el punto de penalti de la portería de El Madrigal.
Tras eliminar al Inter en cuartos, el Arsenal de Henry aparecía como un enemigo imposible de batir en semifinales. El 1-0 de Highbury, en el último partido internacional del estadio inglés, permitía a los castellonenses, con Forlán y Riquelme a la cabeza, soñar con la remontada. Después de ir 0-0 todo el partido, el árbitro señaló penalti en el descuento. La historia es conocida: Lehmann adivinó la intención de Riquelme y el Villarreal se despedía de la forma más cruel posible.
Cuando Raúl González abandonó el Real Madrid en 2010, muchos pensaban que sus grandes días habían acabado. Su llegada al Schalke 04, un equipo de segundo nivel europeo parecía más el camino hacia el retiro que otra etapa más en la carrera de uno de los grandes goleadores españoles. El madrileño demostró que se equivocaban, liderando al equipo alemán hacia las semifinales de la Champions League, donde ya había escrito algunas de sus páginas más brillantes.
Benfica y Hapoel en fase de grupos y Valencia y el vigente campeón Inter de Milán en las eliminatorias fueron los escollos en la trayectoria de los Raúl, Neuer, Farfán o un jovencísimo Draxler en la Champions 2010/11. El Manchester United fue demasiado en las semifinales. Ni siquiera la actuación memorable del actual portero de la selección alemana y el Bayern en la ida de Genselkirchen impidió que los 'red devils' se metieran en la final de Wembley.
La segunda reestructuración del acceso a la Champions permitió a algunos de los clubes de ligas de menor nivel la posibilidad de meterse en la fase de grupos. Muchos fueron meras comparsas accediendo desde el bombo 4 pero un equipo chipriota, el APOEL de Nicosia, logró llegar hasta los cuartos de final en la temporada 2011/12.
Después de superar hasta tres rondas previas, el APOEL se presentaba en la fase de grupos sin nada que perder. Oporto, Shakhtar Donetsk y Zenit no hacían presagiar nada bueno para los isleños, y sin embargo se clasificaron como primeros de grupo. Por primera vez un equipo chipriota pasaba de ronda y, no contentos con esa gesta, también eliminaron en octavos al Olympique de Lyon por penaltis. Ya en cuartos, el Real Madrid fue demasiado para un bloque que logró una hazaña difícil de repetir.
Si hablábamos de que la eliminación del Villarreal en 2006 fue cruel, el destino le quiso guardar un desenlace parecido al Málaga, en su primera participación en la Liga de Campeones. La compra del club por el jeque Al-Thani significó la llegada a la Costa del Sol de los Joaquín, Saviola, Baptista, Demichelis o Toulalan. Junto al joven Isco y veteranos como Isco o Eliseu, el camino del club malacitano por la Champions 2012/13 fue de rosas hasta que llegó la fatídica noche de Dortmund.
Después de finalizar primeros en un grupo de históricos como el Milan, Anderlecht o Zenit y eliminar al Oporto en octavos, el Borussia Dortmund no parecía para tanto. Willy Caballero permitió un 0-0 en La Rosaleda que daba aún más esperanzas en la vuelta, a pesar del ambiente del Westfalenstadion. Los de Pellegrini se pusieron 1-2 en Alemania con goles de Joaquín y Eliseu, pero los tantos de Reus y, sobre todo, el de Felipe Santana en un clarísimo fuera de juego, impidieron al Málaga meterse entre los cuatro mejores.