Los tres jugadores que lloraron tras ser sustituidos

El jugador del Éibar Iván Alejo nos dejó una de las imágenes más tristes de la jornada 36 al romper a llorar en el banquillo después de haber sido sustituido en el partido ante el Girona. 

 
El futbolista vallisoletano ingresó a la media hora de partido después que Pedro León tuviera que marcharse lesionado de Montilivi. Sin embargo, ni así pudo completar el encuentro, ya que Mendilíbar le retiró del campo en el minuto 69 para que entrase Joan Jordán, autor precisamente del tercer tanto 10 minutos después.
Alejo no se tomó bien el cambio y rompió a llorar al llegar al banquillo. Una muestra más de la tremenda presión que sufren los futbolistas del máximo nivel, con una reacción humana que no es, ni mucho menos, el primero en sufrir.
Estos tres futbolistas también han llorado en el banquillo esta campaña después de ser cambiados por sus entrenadores:

 

Sin salir de España, esta temporada vimos a un futbolista del Barça B, abandonar el partido del filial entre lágrimas. Fue Abel Ruiz, juvenil ascendido al equipo de Gerard López tras su buen hacer en el Mundial sub 17 de la India.
Sólo tres minutos después de perder un balón clave que terminó en gol de Óscar Trejo para el Rayo, Gerard le sustituyó y el futbolista no fue capaz de encontrar consuelo en el banco.

 

Un ex de la liga española como Fabio Coentrao también sufrió una sensación parecida cuando Jorge Jesús le cambió en el choque del Sporting ante el Astana en Europa League. Fue sólo unos días después de padecer lo mismo al ser cambiado en Setúbal, aunque en este caso, debido al empate postrero del equipo local.
En Kazajistán, el lateral zurdo lloró pese a que su equipo iba 1-3 en el marcador a la hora de abandonar el terreno de juego. Incluso el presidente de los 'leoes' tuvo que consolar al internacional luso en el mismo banquillo.

 

La Premier tampoco se ha librado esta campaña de ver una imagen así. El brasileño Richarlison fue sustituido por Javi Gracia con el marcador 1-0 para el Watford en el choque ante el Chelsea. Era el minuto 64 y el futbolista se marchó enfadado antes de romper a llorar en el banquillo.
Su equipo terminó con una importante victoria por 4-1 ante los de Conte, y Richarlison pudo explicarse ante la prensa: "Me puse a llorar porque quería jugar y ayudar a mis compañeros de equipo. Al final el compañero que entró al campo hizo bien el trabajo, así que todo está bien".