Sanidad aprueba la vacuna de Janssen para dos tipos de colectivos
La Comisión de Salud Pública de Sanidad ha aprobado este martes ampliar el uso de la vacuna de Janssen a las personas de 50 a 59 años, así como a colectivos vulnerables difíciles de captar como personas sin hogar, temporeros o inmigrantes en situación administrativa irregular, según adelanta Nius Diario.
Los técnicos del Ministerio de Sanidad y las comunidades se han reunido desde las 16.30 horas para analizar una nueva actualización de la estrategia de vacunación que abre además la puerta por primera vez a la inmunización de embarazadas, según el documento al que ha tenido acceso Efe.
🔴 Nueva propuesta de Sanidad: Janssen, de 50 a 59 años y Pfizer o Moderna para embarazadas y adolescentes en riesgohttps://t.co/ofLigBG43o pic.twitter.com/4eXRuX2Hgf
— NIUS (@NiusDiario) May 11, 2021
Para ellas o para las mujeres en periodo de lactancia, aconseja administrarles vacunas de ARNm (Pfizer y Moderna) cuando les corresponda según el grupo de priorización al que pertenezcan.
El documento también alude por vez primera a los adolescentes, proponiendo que una vez que se apruebe Pfizer para ellos, se vacune a los mayores de 12 años con condiciones de muy alto riesgo, en situación de gran dependencia y aquellos en centros de personas con discapacidad intelectual, centros tutelados y centros de educación especial.
Mientras, el resto de adolescentes y preadolescentes "no se priorizarán en este momento" porque los datos epidemiológicos en España mantienen que las personas de 50-59, 40-49 y 30-39 años tienen un mayor riesgo de hospitalización, ingreso en UCI y muerte que los más jóvenes.
Otra de las novedades que analizan esta tarde es la de crear ya el grupo de población general de 40 a 49 años, para los que se utilizarán las vacunas que se consideren según su disponibilidad, el contexto de la pandemia y de las evidencias.
Sobre la de Janssen, la Comisión plantea seguir usándola de forma simultánea a las de ARNm para completar la vacunación de personas de más de 60 y, a continuación, la de aquellas de 50 a 59 años.
Y también, ante las ventajas que supone que la pauta completa se alcance con una sola dosis, usarla en colectivos vulnerables desde el punto de vista social, económico y/o laboral (personas sin hogar, temporeros, inmigrantes en situación administrativa irregular, etc.) y pacientes difíciles de vacunar (grandes dependientes de complicada accesibilidad, con autismo profundo, enfermedad mental con mucha agitación, etc.).
Asimismo, incluyen personas de difícil captación (trabajadores del mar que realizan pesca de altura en campañas de larga duración, población en centros de internamiento o tutelados, entre otros) y cooperantes que se desplacen en misión a países de alto riesgo y personas que por razón de su actividad no se vayan a encontrar en España en las fechas de la segunda dosis.
Precisamente, respecto a la segunda dosis de AstraZeneca a menores de 60 que ya recibieron un primer pinchazo, la Comisión de Sanidad recuerda que el pasado 30 de abril acordó espaciar la pauta de 12 a 16 semanas de manera temporal hasta contar con más información de farmacovigilancia antes de decidir cómo terminará de inmunizarse este grupo, si con esta marca o con Pfizer.
En el documento se recuerda que, tras esa ampliación del intervalo entre dosis, los primeros menores de 60 años vacunados con Vaxzevria deberían recibir su segunda dosis en la semana del 24 de mayo.
Pero, una vez se tome la decisión de cómo será su inmunización completa, plantea retomar el intervalo de "10-12 semanas, preferiblemente 12 semanas", que es el que se venía aplicando hasta esa fecha, tal y como consta en su ficha técnica y aconseja la EMA.
En todo caso, sigue descartando ofrecer de manera voluntaria la segunda dosis de AstraZeneca a este grupo, tal y como siguen insistiendo comunidades como Andalucía.
"Tampoco parece oportuno en el momento actual -asegura- ofrecer la vacuna de Vaxzevria a personas de menos de 60 años que voluntariamente quieran vacunarse", no solo porque la propuesta puede entrar en contradicción "con los principios éticos" en los que se sustenta la estrategia.
Sino también porque, al no haber todavía información suficiente para "adoptar la decisión más adecuada", el valor del consentimiento informado como garantía de una decisión autónoma "sería muy discutible por cuanto que difícilmente se les habría podido ofrecer antes de recibir la vacuna una información adecuada en los términos que exige la Ley".