Ella es del Betis, él es del Sevilla: la historia de una pareja que no puede ver los derbis juntos
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El Sevilla - Betis tiene un tinte diferente en esta casa
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¿Cómo hace esta pareja para ver estos partidos?
La pasión por el fútbol tiene unos límites insospechados. Aunque uno nazca en Filipinas puede sentirse igual de madridista, culé, deportivista o bético que cualquier otro aficionado del club. Más complejo, aunque igual de inexplicable, es que una familia defienda los colores de dos equipos rivales por antonomasia. Y es que, en una familia de Sevilla, una persona es socia del Betis y otra del Sevilla. Tienen un hijo. ¿De qué equipo? Del Betis… y del Sevilla.
Faltan pocos días para que los dos equipos de la capital andaluza se vean las caras en el Benito Villamarín y las cámaras de ElDesmarque han querido conocer esta curiosa situación de primera mano. “Con mi marido nunca ha sido un problema. Lo hemos llevado bien”, explica ella. “Nuestros equipos nunca fueron ningún impedimento”, dice él. Eso sí, no ven los partidos juntos. En el vídeo superior, la historia de la pareja más ‘béticosevillista’ de toda España.
El Sevilla – Betis en una casa del Sevilla y del Betis
“Este finde yo me iré al campo y ella lo verá con su gente”, explica entre risas José Antonio, el sevillista de la relación. “Llevamos nerviosos desde por las mañanas. Eso es un derbi”, explica. Y es que llevar los derbis en pareja es algo a lo que se han podido acostumbrar, sin embargo, tienen un hijo. Se llama Pablo y ahora mismo tiene dos años. ¿Qué han hecho un sevillista y una bética con su hijo? Hacerle socio de los dos equipos.
“La familia fue la primera en pronunciarse. ‘Este tiene cara de bético’. Le regalaron la camiseta de recién nacido. Me decían que tenía que hacer cosas para hacerle bético”, explica Patricia Martínez, la bética de la relación, cuando nació Pablo. “Alguna vez he escuchado decir ‘gol de Rakitic’ y me he quedado un poco así… Hay tiempo para cambiarlo. Mientras se acuerde del Betis”, explica ella.
No sabemos qué ocurrirá durante el partido. Lo que sí podemos suponer es que, o antes o después, el pequeño deberá tomar una decisión. O no, quién sabe.
