Alpinismo: Crónica de la expedición Andalucía Makalu
30 de abril de 2008
Del optimismo de la última nota hasta hoy, se han producido numerosos acontecimientos que resultará un poco complicado resumir. Hoy nuestros compañeros del treking han volado a Katmandú, concluyendo su aventura nepalí y regresando a la ajetreada civilización de las ciudades. Nosotros algo desesperados nos hemos quedado con las ganas de volar en helicóptero a Jangle Karka, para alcanzar el CB del Makalu, algo que nos está pareciendo imposible. Esperemos que nos cambie la suerte y todo comience a mejorar.
Estos días atrás hemos vivido momentos muy difíciles que paso a contaros:
El día 22 afrontamos el primer collado de los tres que debíamos cruzar para llegar al CB. El Anphu Lancha de 5.845 metros, con nuestros 20 porteadores trabajamos durante 9 horas para cruzar el difícil collado con algunos tramos muy verticales, la instalación de 250 metros de cuerdas fijas nos permitieron finalizar la jornada cansados pero satisfechos por superar esta primera complicación.
El día 23 pasamos la noche antes de entrar al glaciar que nos debía llevar al West Col. Exploramos los accesos por la tarde y preparamos todo el material, para a primeras horas del día salir y equipar el muro que conforma nuestra vertiente del collado. Aun con la oscuridad de la noche salimos el Babu el sirdar, un porteador y tres escaladores. Con las primeras luces estábamos al pie del muro y encontramos unas cuerdas instaladas que seguimos, fijando nuestra propia línea de seguridad, todo se desarrollaba con rapidez, gracias a la ayuda de esas cuerdas pero aun así no conseguimos terminar el equipamiento antes de que empezaran a llegar porteadores.
Aunque el Sirdar dio instrucciones para que nos se entrara en el muro hasta finalizar el equipamiento, pronto las cuerdas quedaron ocupadas. El terreno bastante vertical, fácil, pero de roca muy, muy descompuesta. Lo que ocurrió fue lamentable: se desprendió una roca impactando en un portador provocándole una caída mortal de más de 100 metros. El terrible hecho provoco la huida despavorida de todos los porteadores que se encontraban en la pared, abandonando las cargas.
Como se puede imaginar comenzaban para nosotros una serie de situaciones que debimos acometer sin perder la calma y con la templanza que los hechos difícilmente permitían. Lo primero que hicimos fue bajar las cargas al pie del muro, trabajo que realizaron fundamentalmente el Sirdar y tres de dos de los porteadores. Replegamos a todo el grupo y porteadores hasta el CB del Barruntes y procedimos a recuperar el cuerpo sin vida de Dorbe Mongar, que bajamos los escaladores hasta el final del glaciar donde nos relevaron algunos porteadores.
Todos los porteadores se negaban a volver a pasar por el collado, estábamos a un día de camino del CB pero la realidad nos situaba a muchos días del mismo. Intentamos que la agencia nos consiguiera un helicóptero, pero al parecer no fue posible disponer de uno con la capacidad suficiente y que volara hasta la altura que nos encontrábamos. El teléfono comenzó a funcionar, desarrollando una labor fundamental, que a la vez nos dejaba incomunicados con vosotros, para intentar organizar semejante situación.
Ante las dudas iniciamos el descenso dirección Lukla, que se encontraba a 5 días de camino. El 25 bajamos hasta 5.000 metros y allí dimos sepultura a Dorbe, al no recibir instrucciones clara de la familia o la agencia. El día siguiente sin apenas comida comenzamos el rápido descenso que en dos días y medio nos llevo a Lukla.
Antes de que el teléfono dejara de funcionar se quedo todo preparado para que en varios vuelos los 7 escaladores saliésemos de Lukla el día 29. Pero… al llegar a esta población nos encontramos que uno de los porteadores, que habíamos tenido en mejor consideración por su trabajo y comportamiento, al parecer discutió con otros de sus compañeros, abandonando la carga y dirigiéndose a la policía con la mentira de que no había sido un accidente y que una pelea entre porteadores fue la causa de la muerte de Dorbe. Como podéis imaginar en Nepal esto es la repera. Cancelación de vuelos, esperar a la familia, 5 porteadores inocentes detenidos, la policía, el representante político de turno… Finalmente todo quedo solucionado y esta mañana hemos conocido al pequeño Ratna Ranja de 6 años, hijo de Dorbe y a su esposa, a los que esperamos y nos creemos en la necesidad de ayudar en el futuro.
Hoy también debíamos volar pero la cancelación del vuelo para el día anterior ha provocado el retraso de la llegada del helicóptero y aquí desde el medio día se empieza a cerrar el cielo con nubes y eso aconseja esperar a las primeras horas, para volar con seguridad.
¿Volaremos mañana a las 6 h?
¿Llegaremos al CB?
Estamos con la moral un poco baja, ya que los días cada vez nos resultan más necesarios. Aun confiamos en nuestras fuerzas y en que pronto nos cambie la suerte.