¿Con Míchel o sin Marce?
El Sevilla de Míchel ha vuelto a aproximarse a Europa. Dos victorias consecutivas provocan de nuevo que los nervionenses vuelvan a pensar en positivo y que vean con optimismo el final del campeonato, en el que el calendario por cierto pinta, a priori, favorable.
Posiblemente la Liga de Campeones quede lejos. Ocho puntos a falta de nueve partidos es una renta no imposible de sortear, pero difícil en cualquier caso. Lo cierto es que con poco que ha hecho el equipo nervionense en los dos últimos partidos, desde la llegada de Míchel (cuatro victorias, un empate y tres derrotas), ha recuperado algo del terreno perdido, lo que, inevitablemente, invita a pensar que se perdió demasiado terreno anteriormente.
El comienzo liguero del Sevilla, con Marcelino, fue bueno. Pero desde el empate en el Camp Nou, qué paradoja, el equipo se hundió y empezó a empobrecer sus registros locales y depauperar sus registros visitantes.
No es que Marcelino fuera un auténtico horror como entrenador y Míchel un fenómeno. Ni mucho menos. Marcelino fracasó, pero no fue toda su culpa. Y Míchel ha mejorado algo al equipo por ahora, pero quizás la responsabilidad también hay que repartirla.
Esto conduce al manejo del vestuario. ¿Por qué algunos futbolistas han empezado a rendir mejor con Míchel que con Marcelino? ¿por qué han empezado a mostrar más sus virtudes? O transmite mejor los conceptos Míchel o Marcelino no los supo hacer llegar. En cualquier caso, y los números a domicilio también lo confirman, con el madrileño empieza a funcionar mejor. Está por ver si logra la continuidad en los resultados que Marcelino no pudo alcanzar.
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