Imbéciles sobrantes
La Platea de Juanma G. Anes
(Huelva Información)
Entre lo de Villarreal con Alves y lo del domingo con Diop, este país sigue dando la nota, como siempre. Se lo leí ayer a José Joaquín Brotons y tiene más razón que un santo: "en el fútbol español" -y en el deporte y en la sociedad en general, añado yo- "no hay racismo; lo que sí hay es mucho imbécil suelto". Se me ocurre una lista con 756 adjetivos más para definir a esos tipejos pero, por decencia (y por falta de espacio), lo dejaremos en imbéciles. De momento.
Acabar con el insulto racista en el fútbol profesional es, hoy día, facilísimo. Los estadios tienen la obligación de grabar hasta la sal de las pipas que se consumen dentro de él, por lo que es sencillo identificar a los memos de esa calaña y largarlos para siempre. Parece que el Villarreal ya lo hizo con el soplagaitas de turno; ahora, que mueva ficha el Atlético con esos lerdos que trataron de insultar al jugador del Levante, que los clubes se hacen grandes, además de por sus resultados deportivos, por tomar decisiones relevantes en otros campos. Y, si hay reiteración, sanción deportiva y económica brutal hacia ese club. Pero eso de ser firmes (sobre todo, con ciertas aficiones radicales) no va con la ‘justicia’ (ja ja ja) deportiva española. La hemeroteca no engaña.
Que sí, que esa gentuza sobra hoy y sobrará eternamente, tanto ellos como los que usan el fútbol para pegarse ya sea aquí, en Sevilla, Jerez, La Coruña o Mataró. Con la de cosas que hay por las que preocuparse, excusarse en la rivalidad para darse mamporrazos es de traca. Una cosa es la guasa y el cachondeo –primordiales- y otra acabar a guantazos… ¡¡por el fútbol!! Lástima que muchos medios de comunicación que albergan a periodistas –en teoría- de prestigio y a otros pseudoperiodistas-ultras le rían las gracias o hagan la vista gorda (que es aun peor) con estos animales. Intuyo el beneficio que sacarán por ello. Lo que también tendrán es siempre el desprecio más absoluto.