Un campeón olímpico en Castellón
Ramón Torralbo y otros entrenadores como Massana o Corgos estuvieron el sábado en Castellón y Gandia gracias al Plan Nacional de Tecnificación Deportiva (PNTD)
Ramón Torralbo, el entrenador de la campeona olímpica Ruth Beitia, estuvo el sábado en Castellón compartiendo su conocimiento con otros técnicos y atletas valencianos como parte del Plan Nacional de Tecnificación Deportiva que lleva hasta las comunidades autonómas a algunos de los entrenadores más sabios de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA). Lo primero que dijo Torralbo nada más entrar en una sala del estadio Gaetà Huguet fue contundente: “Confiad en vuestros entrenadores”.
El Plan Nacional de Tecnificación Deportiva (PNTD) es un proyecto que puso en marcha en Consejo Superior de Deportes (CSD) en 1989 con cinco federaciones nacionales: atletismo, baloncesto, balonmano, deportes de invierno y voleibol. Este iniciativa fue evolucionando durante cada ciclo olímpico y en 2002 nació lo que hoy conocemos como PNTD y que tiene como objetivo coordinar esfuerzos y aglutinar el Programa de Centros de Tecnificación Deportiva, el Programa de Detección de Talentos Deportivos y el Programa de Futuras Selecciones Españolas. Y, en la actualidad, lo forman 29 federaciones deportivas nacionales.
El año pasado se introdujo una novedad que beneficia a las federaciones autonómicas: llevar estas charlas y concentraciones por todas las comunidades, con lo que solo se desplaza el entrenador, y eso permite ampliar el número de atletas y entrenadores que participen en estos encuentros que tienen como finalidad ampliar el conocimiento de unos y otros, deportistas y técnicos, en una especialidad concreta.
El pasado fin de semana hubo una actividad muy intensa del PNTD en la Comunitat Valencia. Tanto en Castellón como en Gandia estuvieron destacados entrenadores de la RFEA, coordinados por técnicos de la Federación de Atletismo de la Comunitat Valenciana (FACV), compartiendo su conocimiento por un bien común, el crecimiento del atletismo español.
Idoia Mariezkurrena (jabalina), Ramón, Torralbo (altura), Valentí Massana (marcha), que fue campeón del mundo y medallista olímpico como atleta, Antonio Corgos (longitud), Antonio Cid (altura), Kini Moyano (martillo) o Manel Miralles (pértiga) han sido los últimos en visitarnos, pero durante los últimos meses, desde 2020, han sido muchos más. Y el próximo sábado, en Valencia, se reanudará de la mano de Toni Puig abordando el relevo 4x400.
El sábado pasado estuvo en las pistas de Gaetà Huguet, en Castellón, Ramón Torralbo, el entrenador de la mejor atleta española de todos los tiempos, Ruth Beitia. Juntos, al 50%, como recordaba siempre, después de cada éxito, la saltadora de altura, lograron infinidad de medallas: oro en los Juegos de Río, bronce en los de Londres, una medalla de plata en el Mundial de Londres y tres títulos de campeona de Europa, solo al aire libre, además de otras diez medallas en Mundiales y Europeos en pista cubierta.
Torralbo, que transmitió su experiencia sobre el entrenamiento de salto de altura para los técnicos y deportistas que realizan pruebas combinadas, está muy a favor de todo lo que aporta el PNTD. “Para mí estas charlas y estas jornadas son interesantes de cara a los entrenadores y los atletas. Sobre todo porque van haciendo un aprendizaje de especialidades. El único problema es que no conviven los atletas de una comunidad con los de otra. Pero el plan se ha adaptado muy bien a la pandemia y se le está sacando muchísimo rendimiento”, explica.
El técnico cántabro no cree que lo que él y otros técnicos hacen dentro del PNTD sea un acto de generosidad compartiendo su conocimiento. “No creo que sea generosidad. Los que tenemos más experiencia es bueno que le demos esa información a los jóvenes que están empezando. Pero no ya tanto el conocimiento, porque pueden tener el mismo que tú tienes, pero sí que les transmites la experiencia y eso les puede resultar muy enriquecedor”.
Torralbo, de 67 años, empezó compaginando el atletismo con un equipo de voleibol de División de Honor, hasta que, en 1980, algunos de sus atletas ya tenían un estatus que requería toda su dedicación y dejó el deporte de pelota. Y ahí, en sus inicios, hubiera agradecido un programa como este. “Yo no tuve esta oportunidad cuando estaba empezando. Sí que es verdad que cuando tenías a un atleta que podía destacar, acudías a las concentraciones, donde estaban los entrenadores con un nivel más alto, y de ellos también ibas aprendiendo. Pero es diferente porque esto está abierto a más entrenadores y a más atletas”.
