Antón y Nieve esperan salvar la Vuelta con una etapa
El Euskaltel Euskadi disfruta este martes del primer día de descanso de la Vuelta a España en el Parador Monterrei de Verín. La importantes diferencias registradas en la durísima contrarreloj de Salamanca han apartado casi definitivamente a Igor Antón y Mikel Nieve de la lucha por el podio y los esfuerzos de la escuadra naranja se van a centrar en salvar la carrera logrando al menos un triunfo de etapa que paliaría la desilusión provocada por el flojo rendimiento del galdakaoztarra en las diez primeras jornadas. Los 6:00 y 6:18 que se dejaron el navarro y el vizcaíno en la crono han reducido el objetivo a ese triunfo parcial.
"Las etapas de montaña van a ser muy duras, Manzaneda, Farrapona y Angliru son puertos muy, muy exigentes. Habrá movimiento porque falta mucha carrera y a ver si estamos en la pelea. Tengo ilusión y ganas por conseguir un triunfo y lucharemos por ello. Estamos completando una gran temporada con victorias en Giro y Tour, a ver si la redondeamos con algún triunfo en la Vuelta", ha señalado Antón desde tierras gallegas.
Por su parte, Mikel Nieve ha indicado que "estos días no nos han salido las cosas lo bien que nos hubiese gustado, hay que ser realista, pero aún tenemos etapas por delante para hacer cosas importantes. Llegamos a la montaña, ese es el terreno que mejor se nos da y daremos guerra. Tenemos que afrontar la situación con ánimo y luchar por ganar alguna etapa para cerrar un año muy bueno. Estoy seguro de que vamos a dar vuelta a la situación".
En cuanto a la jornada de descando, los hombres de Gorka Gerrikagoitia se han levantado a las nueve y media y han desayunado con calma, sin la tensión de todos estos días precedentes. A las once han bajado a rodar por espacio de dos horas en un día soleado que se prevé cambiará mañana por nubes y lluvia. Tras el esfuerzo, el menú de todos los días de descanso: almuerzo, siesta, masaje y descanso hasta la cena. La jornada del miércoles arrancará en Verin y finalizará en la Estación de Montaña de Manzaneda después de 167 kilómetros, los 30 últimos de ascensión. El recorrido, muy quebrado y sinuoso, está salpicado por los puertos de Fumaces (3ª), Gonza (2ª) y Ermida (3ª)
