Zurimendi: "En Barakaldo pasas de Dios a villano en nada"
-
La falta de puntería condena al Barakaldo sobre la bocina
-
Aguiar vuelve a poner al Barakaldo en órbita de playoff
Tres derrotas consecutivas pusieron en el disparadero a Iñaki Zurimendi, en un caso sin precedentes, corroborando que el fútbol, y su entorno, carece de memoria. "Me imagino que se habrá cuestionado, sobre todo por perder con el colista, aunque de la misma manera hemos ganado al líder", despacha el técnico del Barakaldo, tras noquear a Las Palmas Atlético: "El equipo tiró de carácter y orgullo, salió muy enchufado", añade.
El técnico gualdinegro, curtido en mil batallas, ha mantenido los nervios de acero para "readaptar al equipo", amortiguar la presión y capear tantas circunstancias internas, en forma de permutas obligadas, e incidencias exógenas: "El día del Tudelano al menos merecimos empatar, con la Peña Sport estuvimos mal y te mete en esa dinámica peligrosa". Zurimendi sostiene una máxima que le ha perseguido en sus años como inquilino de los banquillos: "Ya sabemos cómo es Barakaldo para lo bueno y para lo malo, todo se vive con pasión y pasamos de Dios a villano, en nada".
Para Zurimendi, la reacción de un sector del público de Lasesarre tras la inmerecida y fortuita derrota ante el equipo de Mandiola, fue desproporcionada e injusta: "Sí me sorprende la reacción inmediata el día del Tudelano, si Jorge (García) en la que se planta diez minutos antes delante del portero solo, y mete gol y acaba con ese resultado, quedamos segundos. Pero a los diez minutos encajamos un gol, en un balón que ni siquiera va a palos ya que rebota en Quintanilla en el 88. Hubo una reacción muy airada del público en contra", lanzó en la tertulia de Onda Cero.
El vestuario del Barakaldo ha respondido con un triunfo que rompe la racha y amansa las aguas, con el playoff a tiro: "La realidad es otra, estamos todos en pocos puntos y estos vaivienes hay que afrontarlos y estar tranquilos, otra cosa es que no dimos la talla en Tafalla", remarca. Zurimendi entiende que su equipo intenta hilvanar y fabricar, lo que provoca algunos desajustes: "Somos un equipo más abierto, como los filiales". Las lesiones le han penalizado."La alineación del Sestao me la sé mejor que la nuestra", asevera, alertado por los continuos cambios por lesión de sus hombres de arriba, con reiteradas roturas de Etxaniz, Orbegozo, Arriaga y Goti. "Vamos a ver si acertamos rápido", zanja Zurimendi, planificando el cortoplacismo, siempre entregado a la causa. Reconoce que el "perfil" de Quintanilla no es exactemente paralelo al del ahora cadista Garrido, y que Trujillo despliega "otras variantes arriba, es diferente con espacios". Laudio es la próxima estación.