Ander Vitoria salva los muebles e inyecta oxígeno al Leioa
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Dos puntos separaban a Real Sociedad B y Leioa en el alambre del grupo II de Segunda B, con el propósito de driblar definitivamente el precipicio del descenso. Un gol de rebote de Eneko Capilla parecía determinante, metiendo en problemas al equipo de Movilla, que encaraba un sprint de Liga trepidante anclado en los 40 puntos. Pero Ander Vitoria, en el 90, rescataba un punto e insuflaba mucha energía al equipo azulgrana para perpetuarse en la categoría.
El equipo pilotado por David Movilla se lanzó sin complejos a por el filial donostiarra, con aproximaciones de Sergio García, con un tiro raso y ajustado y un cabezazo de Aitor Córdoba que abortó con una acrobática estirada Bardají y otro chut desde la frontal de Polanco. La Real B, capitaneada por Imanol Alguacil, fue avanzando metros hasta incordiar a Iturrioz. El gol llegó en su primera aproximación peligrosa. Al filo de la media hora se va por piernas Iker Hernández, corta con el pie Iturrioz, el rebote lo remacha Capilla, vuelve a parar, pero a la tercera, de nuevo por parte de Capilla, esta vez de cabeza, el balón se cuela en la red. Mal fario para un Leioa que había merecido mucho más, aunque las veloces transiciones de los potrillos podían hacer mella. La derrota ante el River en Sarriena (0-3) enfadó a Movilla, que reclamó mucha más actitud. Algo que mejoró sensiblemente para tutear al talento realista, que fabrican acciones con velocidad. En el minuto 60, Movilla dio entrada a Alaña por Diakité y a Endika por Polanco. Urgía una reacción. Cuatro minutos después, Eneko Capilla, un portento, casi sentenciaba en una indecisión defensiva y salida en falso a Iturrioz que el joven extremo cruzó en demasía. El equipo azulgrana se diluía en los últimos metros. Se complicó más la empresa con la roja a Oier Barrado en el 80 (Alaña también sancionado por ciclo) al trabar en la frontal a Jon Bautista, que se escapaba de nuevo a la espalda de los defensas. Arriba hubo poca producción más salvo un centro de Córdoba que casi remachaba Ander Vitoria, muy vigilado toda la tarde. Escaso bagaje en un segundo acto en el que los nervios atenazaron al Leioa, que sin embargo perseveraba y no se arredraba. Pero en el 90, sobre la bocina, se gestaba el 1-1, obra del ariete de Igorre, que remataba un centro colgado y salvaba los muebles. El Bilbao Athletic deberá echarle también un cable este domingo en el Cerro del Espino, ante un filial colchonero, con 35 puntos, que marca el puesto de playoff de descenso.