Mercaderes en el templo de La Florida
A la parroquia no le gusta lo que ve. La Florida es de morro fino. Suben a disfrutar de un juego excelso que no existe sino en sus ínfulas visuales. "Tira el equipo 'palante'". Uno lo escucha y le viene a la memoria "¡Crucifícalo!". Como si el Portu fuera una cuadrilla de once maleantes. "No jugamos a nada".
El cronista, que ha degustando temporadas de gloria, se empieza a hartar de tanta tontería: "Más les valdría atarse una rueda de molino al cuello y arrojarse a la Ria con marea muy baja, cuando peor huele el agua". Porque a La Florida acuden niñ@s. Y esas palabras escandalizan a la infancia. ¿Qué pretende esta gente? Es minoría. Inmensa. Pero alzan la voz y se les oye. ¡Setenta puntos, señoras y señores!...¿Hay quien dé más?...
¿No?... Entonces, cállense y céntrense en ese hamaiketako que en La Florida se come más allá de las doce. Costumbres alteradas. Ni 'Angelus' en los frontones. Ni Rosario vespertino desde la Basílica de Begoña. ¡El fútbol!...¡Nos queda el fútbol!. Siempre igual...siempre distinto. El río que nos lleva. La vida que se va. Carpe Diem...
"De lo fétido de la vida saca almibar la fruta y colores la flor". De lo "insípido del partido" [al parecer de un hombre cuyo hijo milita en el Zamudio]...surge la intuición inesperada. La 'astucia' de un futbolista que a un ex del Portu le hace exclamar: "Esta haciendo un partido de la hostia". Se refiere a Txopi. El 'alquimista de Candelario'. Ese medio centro al que Loza no le da descanso. Como si viera en él la figura de aquel Carlos Merino que dirigió a Portu hasta Segunda B cuatro temporadas atrás. Tan sólo le falta a Ángel Gándara jugar con la camiseta por fuera del pantalón. Todo se andará.
Ahora toca sorprender al rival. Dar inicio a la estrategia tocando en corto para su 'brother' Infante. La zaga del Zamudio, burlada. David gana sin oposición la línea de fondo. Se aproxima al palo corto. Se frena. Levanta la cabeza. Segundo palo, desocupado. Espacio vacío que se volverá mortal cuando 'Ito' lo ataque y machaque la pelota con su bota. Cual enterrador que un féretro de bronce clavetea. Como si la red de la portería de Maturana "le debiera dinero". Jaime Ugarte, presente en La Florida. Su voz. Su alma. Esos 'dichos' que forman ya parte del rico acervo de esta lengua que aquí se emplea .
Era 'un gol'. El primero. Pero habría de ser ¡el gol! Porque ya no habrá quien sea capaz de alterar el electrónico. El Portu, porque no atinó en las tres o cuatro que tuvo. El Zamudio, porque Docando terminará recibiendo el maldito remedio de su propia medicina. Un Portu tan solidario en defensa que no con concederá a su rival ni una sola opción para que marque. ¿Cría cuervos y te sacaran los ojos?. Docando forjó este Portu que ahora, en manos de Ezequiel Loza, se le está volviendo en contra. Un Portu igual...pero distinto. Un Portu que sabe de lo exquisito pero que, de un tiempo a esta parte, se ha vuelto camaleonico. "Mi gato trasformista"...
Se mimetiza con cada paisaje en el que vive porque "jaula es la Tecera, de palomas blancas y ávidos cazadores". Al Portu se le dispara muy poco. Se le alcanzó en once ocasiones. Heridas leves. Esas que no dejan cicatrices. Portu 'imperial'. Pero, también, condenado a no ser profeta en su tierra. No se valora lo que hace. La polémica va más de "Cómo ha jugado el Portu"...que de "Ha ganado y es líder con setenta, dejando atrás, a diez puntos, a todo un Sestao".
Escandaloso. Guijarro Mercado habrá de escandalizar a La Florida con un arbitraje demencial. Que llegará a su apogeo con la expulsión de Ukerdi Corres por doble amarilla a falta de doce minutos. Un mundo porque el reloj es como si se parara y no se le pudiera dar cuerda. Mercado. Guijarro Mercado...
'Mercaderes en el templo sagrado'. Que en esta crónica se expulsan con el látigo de la palabra. "Galder es un vago". Se escucha. Uno se empieza a hartar de tanta tontería. El enemigo, en casa. Al 'Enviado' le mandaron a la cruz los suyos. A este Portu de Ezequiel Loza. A este líder, que fuera de su tierra lo llenan de halagos, que lo tachan de intratable, gran parte de su propia afición le lleva un tiempo faltando al respeto. Y como el cronista lo es para dar su subjetivo punto de vista a golpe de partido, ¿saben lo que les digo?...lo que el bueno de José Antonio Labordeta les gritó a los cretinos desde su tribuna del Congreso: "¡VAYANSE USTEDES A LA MIERDA!"
Por Luis María Pérez, Kuitxi, periodista y exfutbolista
¿Quien te crees que eres para mandar a la mierda a nadie? Aprende a hacer crónicas y deja en paz a los demás, ¿o te crees en posesión de la verdad absoluta? ¿Porque no podemos opinar sobre el juego de nuestro equipo? Pos eso.