Jon Fernández, el rey de La Casilla, somete a Houya

Jon Fernández (19-1-0, 17 KO's) no peleaba en La Casilla de Bilbao, su pabellón fetiche, desde septiembre de 2017. Hasta que este sábado se ha fajado ante el participante en unos JJOO Abderrazak Houya (14-1-0) al límite del peso superligero. Su esperado combate ha deparado la victoria número 20 como profesional, (de las que lleva 17 por KO), del peleador vizcaíno -ahora residente en Ponferrada-, que saltó con una camiseta del Athletic Club de su amigo Ibai Gómez.

'Jonfer' tenía muchas ganas de volver a su gran guarida, el lugar donde debutó como profesional y se enfundó un par de cinturones, para medirse al experto tunecino afincado en Hauts-de-Seine. Era un rival complicado, de su misma estatura, que ha peleado incluso en el súperwelter. Que sí, que aunque no tiene mucha pegada, (lleva sólo 2 triunfos de 14 por KO), pero sabe mucho.

Tirando del jab de izquierda el de Etxebarri salió pletórico. Alcanzó con varias combinaciones a su rival en el primer asalto marcando territorio. Sólido en defensa y certero en ataque el centro del ring era suyo pese a tragarse un cabezazo que precisó de atención. Con buena movilidad el vasco buscaba colocar su famoso upper entre la guardia del tunecino. Ambos depararon un gran segundo asalto con tropezón incluido.

El tercero y cuarto siguieron en la misma línea, con envíos peligrosos y Jon Fernández tratando de llevar la iniciativa ante un Houya serio que aguantaba un buen castigo. En el quinto Houya dio un paso al frente con varias manos de poder. El campeón de África había ido creciendo durante el combate por lo que la grada comenzó a animar a Jon, que estaba con un corte en el ojo, al grito de “jotake irabazi arte”. Tinín Rodríguez tuvo que restañarle la herida generada por un segundo cabezazo. No sería el último de la noche.

Con fuerzas añadidas en el sexto Jonfer volvió a la carga antes de que el árbitro Antúnez pidiera limpieza en la pelea. Conectó ambas manos con La Casilla en ebullición. En el final del séptimo el tunecino vio venir un fuerte castigo que tuvo su contestación en el octavo cuando pilló él al vasco con claridad. Sin duda un combate difícil y de los que se aprende latín. Y también se enseña, porque en los estertores de ese mismo octavo Jon dio una auténtica exhibición de calidad.

Sonó la campana para el noveno. Viendo ambos llegar el final del combate se rompieron amarras. Los palos, con el peligro que ello implica, iban para ambos lados entre el rugido del personal. El de Túnez salió a jugársela en el décimo y definitivo, encontrándose con la solidez del campeón del mundo Junior que se había hecho dueño de una trabajada victoria a los puntos. Factor ayudado cuando se le resto uno a su contrincante por usar por enésima vez la cabeza como ariete. Los dos quisieron acabar el pleito por KO, pero este no llegó a darse.

"Queríais una pelea grande y creo que ha sido buena, os dije que volvería a Bilbao", lanzó Jonfer

Tremenda batalla entre Mendoza y Santana

En el resto de la velada bilbaína, destacar con letras mayúsculas, en el peso Gallo, a Fran Mendoza y Nano Santana, protagonistas del más tenso cara a cara en la tarde del pesaje, que se repartieron cuero con ganas. Un duelo fijado a 8 asaltos de dos prometedores jóvenes de 22 años, que el colombiano de Gasteiz se llevó con su noveno triunfo en fila. Hoy no por KO como acostumbra, pero sí por decisión unánime, lo que generó alguna división de opiniones en La Casilla y en las RRSS. Hubo su polémica con el veredicto.

Pese a la mayor altura del canario, el vitoriano, fiel a su estilo, salió a arrollar desde el primer gong de la campana. Ambos depararon un primer asalto realmente espectacular, que la afición agradeció con sus aplausos. Carlos Formento pidió a su boxeador que se alejara de las cuerdas y que pusiera cierta distancia. Táctica con la que brilló en un segundo asalto en el que tuvo a Mendoza tocado con un crochet de izquierda; pero el de Euskobox, lejos de flojear, se fue a degüello a por el isleño en el tercero.

En el cuarto y quinto round el canario tomó el mando del combate con su buena esgrima, mas la presión de Mendoza era terrible. Recto como un tiburón tigre ‘Smile’ buscaba el golpe ganador cada pocos segundos. Celaya le pedía un poquito más a Fran al inicio del séptimo viendo que la noche se estaba poniendo muy complicada. Su rival, rapidísimo, le rehuía y a la vez le picoteaba con sus certeros 1-2, lo que tenía su peligro en las tablillas.

Como era de esperar el noqueador Mendoza salió a fuego en el octavo y definitivo. Una derecha descendente dejó tocado al de Las Palmas, pero este aguantó en pie como un campeón. El minuto y medio final, con una avalancha conjunta de golpes, fue digno de guardarse en la videoteca. Eran dos limpiaparabrisas a todo gas. El público de Bilbao aplaudió en pie a ambos gladiadores. Un combate para recordar. Un regalo de Olentzero.

"Ha sido una pelea muy bonita, el tío es buen boxeador, ha sido muy duro. Me ha llegado alguna mano buena en el segundo asalto pero me he recuperado bien y he controlado", dijo Fran Mendoza

Visto y no visto de Jon Jader

El púgil de Otxarkoaga Jon Jader se deshacía de Ionut Trandafir en una pelea a 6 asaltos en el límite de los 73 kilos. Un rival muy veterano, de 35 años, con un flojo récord (17-33-3) que dio nulo juego. Desmereció al resto de la velada. Jonja, apodado ‘Magic’, debutaba en Bilbao como profesional esta noche con tan solo 21 primaveras. El de Otxarkoaga, diez centímetros más alto y 12 de envergadura, salió directamente a talar el árbol. En apenas dos minutos cazó al rumano en el hígado poniendo fin al combate la cuenta completa del árbitro. Es su cuarta victoria consecutiva en el boxeo de pago, esta por KO en el primer asalto.

Jennifer Miranda de principio a fin

En el apartado femenino Jennifer Miranda daba buena cuenta de Vanessa Caballero. La gaditana afincada en Madrid se llevó un duelo programado a seis asaltos. La favorita llevó la iniciativa en todo momento, dominando desde la larga distancia y colocando varias series de combinaciones claras en su oponente.

Caballero que dio sensación en los tres primeros asaltos de poder irse a la lona en cualquier instante, recibió una lluvia de jabs y algunos crochets, pero aguantó en pie como una jabata. De hecho en el cuarto, valiente, se fue a la guerra. Pero la campeona de España ganó todos los rounds, alzando los brazos en el sexto tras vencer a los puntos por decisión unánime.

"Tenía mucha ilusión de boxear en Bilbao, una tierra de guerreros", dijo la ganadora desde el ring