El Portugalete resurge ante un Barakaldo que se quedó con 10

Tras el 'día de la salud', la tarde de las 'sensaciones'. Ponerlas en juego en el "gran escenario" que constituye el estadio de Lasesarre. El Barakaldo, para alimentarse de sí mismo luego de esa primera victoria liguera a costa de un Deportivo Alavés B al que despachó [4-2] 'al modo clásico de Marcelo Bielsa'. Dos goles anotados hasta entonces por los de Larrazabal. Y de repente, el equipo se desata multiplicando por dos lo que había anotado en el resto de sus partidos.

En el bando visitante nos encontrábamos con un Club Portugalete que le reprochaba a la clasificación exhibir 'cinco puntos menos' de los que se merecía. "Veníamos de una derrota dura, en la última jugada en Irún", habría de confesarle Ezequiel Loza a 'ElDesmarque Bizkaia' al final del choque.

De ganar. De perder. Confirmar o reivindicarse. Dados antecedentes tan dispares, se diría que 'los de Larrazabal' partían con ventaja. Apariencias engañosas porque sólo los entrenadores saben lo que se viene cociendo en el vestuario que trabajan. El pasado, aunque reciente, era papel mojado. El fútbol es un arte que se despliega partido a partido. Este de Lasesarre, entre dos históricos que comparten sus colores, era "muy importante para nosotros".

Lo reconoce Loza en pasado. Lo lamenta Larrazabal como si fuera capaz de adivinar el futuro. Un futuro que, consumada la derrota, tras escuchar sus declaraciones en rueda de prensa, pinta mal así en lo deportivo como en lo económico. Aspectos que van de la mano de un tiempo a esta parte en la entidad que preside Jesús Mari Isusi. Sobre dineros, de puertas a dentro se sabe.

Con respecto a lo que el Barakaldo puede dar de sí cuando media la pelota, su afición, desconcertada. Como este cronista. Que sabía y sabe de futbolistas técnicamente muy bien dotados. De un once que maneja la pelota con maestría. Y sin embargo, difícil de entender ese querer y no poder. Y hasta imposible, para todo aquel que repase los cromos del álbum de esta temporada. Jugadores 'top'. Oleaga, Dani Estrada, Marc, Urtzi Iriondo, Jurgi Oteo, José Picón,  Txaber Ajuriagoikoa, Rubén Jurado, Carles Martinez, Nikolay Obolskiy, y el toque de distinción de Seguin.

Aitor Seguin. El zurdo que se 'rompió' cuando con Cuco Ziganda, en Segunda División, su figura más brillaba. Muy por encima de Iñigo Córdoba. Hasta que su rodilla cedió en un entreno de Lezama. Un calvario de casi un lustro. Al pie de la cruz, Mikel Sánchez lo libró de su tormento. El Athletic Club, "gure estiloa", le renovó su contrato a un futbolista que, harto de tanto sufrimiento, le dio en su día inicio a los trámites de una 'invalidez'. Cedido, se vuelve a sentir futbolista vistiendo la gualdinegra del 'Baraka'.

Futbolistas de la clase imponente de Aitor Seguin, formando en el 'once' de este Barakaldo vs Portugalete que no termina de arrancar. Quizás porque ya haya finalizado y a uno le entren ganas de desmarcarse del discurso de Aitor Larrazabal. Porque le duele lo que de su gente siente, piensa, cree el que un día fuera el 'Chupete' del genial Jose Iragorri. Declaraciones tan dolorosas como sentidas a la hora de hacer frente a una derrota tan dura.

A manos, a pies, a todo, del Portu. "Nos vienen jugadores de 20, 23, 26, 28 años". "Enseñados", quiere decir, "aprendidos", hechos, en definitiva. Y en cada partido, en "secuencias" cortas o largas, ausencia de "principios" que "nos dejan en evidencia", errores "de base" que nos desnudan hasta el punto de "parecer un equipo de menor categoría".

Si a todo esto se le añade que, por culpa de una competición tan accidentada, el equipo está  "físicamente justito", se desencadenan "errores anormales" que nos sitúan en un escenario en el que el Barakaldo, "mentalmente bajo", no es capaz de "competir". Como es debido. Por momentos, suficientes para dañar, "no somos de Segunda B". Y el Barakaldo termina cediendo. Claudicando. Como ante el Portu.

Más allá de que el Barakaldo jugara todo el segundo acto con un jugador menos. Julen López. Que vio la roja tras derribar al estilista Salado. El futbolista jarrillero buscaba en solitario la portería de Rabanillo. "Entrada evitable" al parecer de Larrazabal. Que lo último que deseaba era quedarse en inferioridad luego de que, desde el punto de penalti, el propio Musy hubiera anotado a pesar de golpeo de balón tan defectuoso. Raso. Blando. Del todo centrado.

Habría sido el cuarto penalti desperdiciado por 'el Portu de Loza'. Preocupante. Y como para seguir preocupados porque el balón sólo fue capaz de superar al portero tras salir escupido por la fina capa de agua que cubría un terreno de juego espectacular. Los de Loza, por delante en el marcador. Y en ventaja numérica. Aparente superioridad que debería ser demostrada.

El partido había comenzado igualado. Uno sabía que la técnica individual y colectiva del Barakaldo estaba por encima de la del Portu. De ahí, mostrarse los de Loza tan "enchufados en la presión", y tanta "implicación colectiva". Presión al servicio de "robo de balones". No hay delito. Y sí, funestas consecuencias para el cuadro local: dos salidas al contraataque que marcaron el partido. El penalti del [0-1]  y la expulsión de Alain Ribeiro.

A partir de ahí, el Portu gestionó bien el partido. Con y sin balón. Incrustaba un central entre los medio centros para generar superioridad numérica. Tocaba. Abría el campo. Empezaban a aparecer espacios por dentro. La fatiga fabril. Y febril, también. El Portu jugaba para aumentar su renta. El Barakaldo no renegaba de la clase que atesoran sus futbolistas. Un partido de ida y vuelta. Hasta la extenuación. Esa estación en la que se paran las zurdas para cargarse de malicia. La de Antonio Salado. Toque sutil al segundo palo. El travieso Guemes y su testarazo picado. Cero goles a dos.

Tiempo para el 'cambio'. Para el riesgo. Para el 'toma y daca'. El Portu pudo 'irse' del mismo modo que el  Barakaldo se podía haber 'acercado'. A 'los de Loza' les falta doctorarse en el arte de la 'pausa' para cerrar como es debido los partidos. O para amarrar empates como ese tan goloso que en Irún saboreaban hasta que Mediavilla falló en el 'arte' del juego aéreo que tan bien domina. A falta de 'un mundo', el Barakaldo estuvo a punto de 'meterse' en el partido.

El arquero de La Florida se quedó mirando un balón aéreo a la espera de que se perdiera por la línea de fondo. No terminaba de 'perderse', sin embargo. Y en el juego de 'miradas', el jugador del Barakaldo estiró su pierna hasta conseguir atraer al área pequeña el esférico con su pie. Su esfuerzo obtuvo el premio de una melé que a punto estuvo de estrechar el marcador y meter el miedo en el cuerpo a un Portu que llevaba ya un tiempo sintiéndose ganador. Aprendió del miedo. Y se dedicó a hacer lo que en Gal, frente al Real Unión, debería haber hecho para no poner en riesgo el empate: ¡Buscar el banderín para que a su sombra perdiera la vida el partido!

El Barakaldo, este equipo 'tan extraño' que recibe palos por todos esos campos en los que va regalando la refinada estética de su juego, termina tan 'tocado' como abatido, su entrenador. Sereno, sin embargo, Aitor Larrazabal a la hora de la disección. Coloca a los suyos en el mismo diván en el que él se tumba. Dos semanas por delante. No, para el sueño. Sí, para  "la reflexión". Como 'líder'  de la expedición que encabeza, suyo es el poder para limpiar de impurezas "mentales" esa 'pureza' que a destellos de tanta clase se desprende cuando a los suyos les da por tratar al balón todo lo bien que un esférico tan dócil se merece.

"Buen partido" el del Club Portugalete para el gusto de su técnico. "Un paso adelante en cuanto al resultado". Segunda victoria de este 'curso con mascarilla'. 'Distanciado' de su gente. El cuarto partido en 11 días, "con lo que eso conlleva a nivel físico y mental". Físicos y mentes disímiles las de unos y otros en opinión de Larrazabal. Loza cree que "hemos demostrado ser un gran equipo", y eso "nos tiene que reforzar mucho".

Tanta rabia por dentro. La suelta como fuego de dragón. Tres llamaradas son los titulares que a ElDesmarque Bizkaia le regala el 'profeta de Santoña': "Gran victoria en un gran escenario y ante un gran rival / Eso demuestra la personalidad de este equipo / Después de la dura derrota del domingo en Gal, hemos sabido levantarnos".