Astérix se queda huérfano: Uderzo fallece a los 92 años
Hoy es un día triste para el cómic europeo. Albert Uderzo, el dibujante y uno de los dos creadores de Astérix, ha fallecido a los 92 años de edad. El artista francés llevaba desde el año 2013 retirado, habiendo dejado el dibujo de las historietas de Astérix y Obélix en manos de un equipo creativo liderado por el también francés Didier Conrad. Aún en el retiro, Uderzo seguía supervisando el dibujo de la serie para hacer recomendaciones.
Uderzo ha fallecido de causa natural. La familia informó del suceso a la Agencia France-Presse mediante un comunicado que recogía que: "Albert Uderzo ha muerto, mientras dormía, en su domicilio de Neuilly, víctima de una crisis cardíaca sin relación con el coronavirus. Estaba muy fatigado desde hacía varias semanas". El fallecimiento del dibujante francés deja a Astérix definitivamente huérfano de sus dos padres.
Uderzo conoció a su pareja creativa, René Goscinny en 1951, y empezaron a trabajar juntos al año siguiente. Tras varias historietas, entre las que se encontraban las del indio Oumpah-Pah, ambos fundan la revista Pilote, que vería el nacimiento de una de los mayores orgullos del cómic galo.
El cómic sobre la pequeña aldea de irreductibles galos publicó su primer número en la revista Pilote el 29 de octubre de 1959, hace 61 años. Dos años después se publicó su primer álbum, titulado Astérix el Galo. Su argumento principal, que se repetiría varias veces a lo largo del cómic, es el intento de los romanos de obtener la poción mágica mediante el secuestro del druida Panorámix.
Ambos publicaron 24 álbumes hasta la muerte de Goscinny en 1977, año a partir del cual Uderzo comenzó a firmar en solitario, algo que hizo hasta en ocho ocasiones. De forma póstuma, los álbumes Astérix en Bélgica, Astérix y lo nunca visto y el especial 50 años del cómic publicado en 2009 también fueron firmados por su guionista y dibujante originales.
La confianza de Uderzo en Didier Conrad, quien ha firmado y dibujado los últimos cuatro álbumes del cómic, era ciega. Por ello, pese a la triste noticia de su fallecimiento, el futuro de la aldea gala está asegurado. Y si no, siempre nos quedará su legado.